La película de DreamWorks, cuenta la historia de cómo el gato con botas lucha para conseguir el último deseo, por lo que pasa cometiendo actos de osadía, sin embargo, durante una secuencia pierde la fe, es atormentado por el miedo y sufre un ataque de pánico.
Es un momento breve en una película dirigida a espectadores jóvenes y familias, no obstante, resuena en muchos espectadores por su descripción de lo que se siente un ataque de pánico y el alivio por superarlo.
El director de "Gato con botas: el último deseo”, Joel Crawford mencionó “Ese era uno de nuestros grandes objetivos: llevar a nuestra audiencia a un viaje que exprese toda la gama de emociones de la vida”.
Para el psicólogo David Carbonell un ataque de pánico es “básicamente una ola de miedo físico poderosa que se siente abrumador”. El corazón late más rápido de lo normal, el mareo y hormigueo en las extremidades también son comunes, pero el hilo conductor siempre es el miedo sofocante.
Lynn Bufka, jefa asociada de transformación de práctica en la Asociación Estadounidense de Psicología y médica, presento el escenario como un encuentro en el desierto con una serpiente de cascabel desencadena una respuesta fisiológica al miedo que está frente.
Sin embargo, con un ataque de pánico, generalmente no hay una causa obvia, y este elemento desconocido puede hacer que un ataque de pánico se sienta aún más aterrador, acotó.
Para Bufka, en el caso de los niños, de ver a un personaje sentir un miedo extremo y luego encontrar consuelo en un ser querido puede ser impactante, incluso si no están familiarizados con el término “ataque de pánico”.
“La gente no siempre tiene el lenguaje para sus emociones”, dijo. “Pero es importante tenerlo en pantalla, porque ayuda a que las personas se sientan vistas, reconocidas y no solas”.
El proceso comenzó con los guionistas de la película, Paul Fisher y Tommy Swerdlow, quienes aportaron sus propias experiencias a la representación del miedo y el pánico, así como con Crawford y el codirector Januel Mercado.
Hasta llegar al artista del guion gráfico Taylor Meacham, quien se basó en sus propios ataques de pánico para esbozar cómo se vería Gato.
También aseguraron que la escena se ralentiza para tomarse el tiempo necesario para que el Gato con botas se relaje y respire mientras sale de su ataque.
Crawford aseguró que su objetivo era evitar que el momento se sintiera "superficial o forzado" y mantenerlo accesible para espectadores de todas las edades. “Realmente ayuda a normalizar el hecho de que esto sucede y de que puedes recuperarte”.
