Voracidad crediticia ante dignidad humana
La ley a su alcance
Comentario
El comercio en general, pero los préstamos que financian muchos de los bienes que se adquieren a crédito, o simplemente el préstamo de dinero al interés, se promocionan tanto que de a poco el individuo cambia sus buenos hábitos en el gasto, para trocarlos en deudas que, de haberlo pensado, jamás hubiera asumido.
Los intereses, corrientes y de mora, son capaces de comerse un Potosí, que es sumir al deudor en la indigencia y quitarle la dignidad para velar por su familia.
El ciudadano común no tiene instrucción del manejo de sus finanzas, y termina permitiendo tratos ilegales, como el de “aceptar” que le quiten los abonos de su salario. Con esto, pierde el control de sus ingresos, y empieza la bola de nieve que lo postrará en la miseria, porque compró una pantalla para ver el Mundial o una computadora de última generación, para reponer su equipo que todavía funciona, pero se deja llevar por canto de sirenas.
Algunos jueces de cobros se han deshumanizado a tal grado que si entre las acreencias y retenciones “autorizadas” en un momento de calentura, y se enteran de que la porción restante no da para la comida o alquiler, o los pases, aceptan la sugerencia de acudir a una demanda de pensión alimentaria, para que se cumpla el artículo 50 de la Carta Magna, y con ausencia total de tino sobre dignidad y necesidad de las personas, califican esa acción necesaria y desesperada como “fraude” en contra de los acreedores. Se les olvida en el tráfago de diario ver expedientes que en la vida hay jerarquías, y primero están los intereses del deudo alimentario que tuvo que salvar para de su comida y de menores, que una simple deuda adquirida en mal momento mental. La pensión es jerárquicamente mayor que deuda de comerciante. Que no se torne la época navideña en un criadero de deudas impagables.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
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Viernes 11 Noviembre, 2022
HORA: 12:00 AM
CRÉDITOS: Lic. Gerardo Morales