Soy una mujer soltera de 25 años. Siempre he sido muy aseada en mi vida. Cuando estaba en el colegio y veía los partidos de fútbol de los compañeros me sentía extraña, porque me resultaba atractivo verlos sudar y lo más raro es que no me daba asco. Hace dos años vivo con mi novio y me he dado cuenta de que me gusta que él esté sudado. Muchas veces le digo que no se bañe y él se extraña de que le pida esto. No sé por qué me sucede.
- En la mayoría de los países occidentales el aseo personal se ha llevado a niveles extremos. Por lo general usamos jabón, champú, acondicionador, lociones, perfumes, desodorantes y demás con el fin de enmascarar o evitar nuestro olor corporal.
Hoy nos resulta desagradable percibir esas secreciones que emanan del cuerpo y esto responde a un condicionamiento cultural, es decir, hemos aprendido a que nos resulte repulsivo, sin embargo, en algunas personas persiste este legado de la naturaleza, de tal forma que les provoca atracción y hasta excitación. En ocasiones esta predilección es solo para ciertas secreciones, sean de los genitales, de la axila, de los pies, y en otros cualquier secreción resulta estimulante.
De igual manera, hay personas que se deleitan con el olor de “casi todo el mundo”, otros solo encuentran atractivo el olor de ciertas personas. De igual manera, en algunas ocasiones el olor resulta grato, pero no tiene una connotación sexual, mientras que a veces es un excitante natural muy potente.
Toda esta gama de gustos y predilecciones es totalmente normal y probablemente serían más frecuentes si no fuera por los aspectos culturales en los que estamos inmersos, pero bien haríamos todos en explorar si determinadas secreciones nos resultan olfatoriamente gratificantes.
PERIODISTA:
CRÉDITOS: Dr. Mauro Fernández, sexólogo
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Martes 01 Noviembre, 2022
HORA: 12:00 AM
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