La cistitis es una inflamación de la vejiga (órgano encargado de contener y expulsar la orina). La mayoría de veces ocurre por infección de origen bacteriano de la orina que genera inflamación en las paredes vesicales.
Hay varios tipos de cistitis como: la cistitis intersticial o vejiga dolorosa: es una inflamación crónica de la vejiga, caracterizada por los síntomas ya mencionados, pero con exámenes con los que no se evidencian signos de infección.
Cistitis medicamentosa: este cuadro es el secundario al consumo de ciertos medicamentos o del tratamiento de otras enfermedades, como la radioterapia.
Cistitis irritativa o química: este tipo puede ser por irritación de la uretra secundaria a uso de sustancias a nivel vulvar o vaginal, como lubricantes con espermicidas, lubricantes calientes, duchas vaginales, geles de estimulación clitoriana, también por alergia al látex u otros.
Se recomienda consultar a tu médico de cabecera para que, en conjunto, identifiquen qué tipo de cistitis es la que padece y dar el manejo adecuado.
Pero antes de llegar a presentar un caso se puede prevenir, bebiendo mucho líquido, especialmente agua.
Ir al baño todas las ocasiones que tenga necesidad, y no aguantar la orina por mucho tiempo.
Lavar suavemente la piel que rodea la vagina y el ano durante el baño diario. No usar jabones ásperos. La piel delicada alrededor de estas zonas puede irritarse.
Vaciar la vejiga antes y después de la relación sexual, evitar usar productos como jabones íntimos en la zona genital, ya que, pueden irritar la uretra y la vejiga.