Sentir las orejas calientes hace recordar algunos mitos como por ejemplo que alguien está hablando de ti a tus espaldas.
Esto lo explica el hecho de que las orejas cuentan con muchos pequeños vasos sanguíneos, y cuando el cuerpo sufre un cambio repentino de temperatura, estos se dilatan, haciendo que el color de la piel enrojezca.
Una de las razones principales por las que esto ocurre se debe a factores climáticos como el frío o el calor extremo, ya que una exposición prolongada a estos agentes puede producir un enrojecimiento y, en consecuencia, la sensación de ardor en las orejas y en otras partes de la cara como en las mejillas.
Otra de las causas está relacionada con una reacción alérgica a algún producto, alimento u objeto. Para avisarnos de que "algo no va bien", el organismo responde así delante del ataque de agentes externos, motivo por el cual frente a una reacción alérgica nuestro cuerpo tiende a hincharse y enrojecerse.
Adicional a esto, se encuentran las reacciones emocionales, ante ciertas situaciones y reacciones, el sistema nervioso se altera, haciendo que los vasos sanguíneos de diferentes partes del cuerpo se dilaten y la zona enrojezca.
También podría suceder como una reacción al alcohol, debido al acetaldehído, una sustancia tóxica que producen las bebidas alcohólicas y que hace que nuestros vasos sanguíneos se dilaten, como consecuencia, todo el rostro enrojece, especialmente las orejas y las mejillas.
