Diferencias no pueden ser tan abismales

Opinión

El costo de vida de los ticos se torna cada vez más difícil, y no porque tengan lujos, sino porque vivir o subsistir en Costa Rica se ha vuelto muy caro, en este país todo sube a excepción de los salarios.

Desde principio de año, en este país venimos sufriendo del mal de la “aumentitis”, porque sube la gasolina, se dispara el dólar y con esto se van para las nubes tanto los bienes como los servicios que todos los ticos ocupan para sobrevivir.

Llegamos al punto en que comer arroz, tomate, huevos, pan salado, sandía, pechuga de pollo y otros productos se convierte casi en un lujo, como decidir si degustar caviar y champagne, porque la bolsa no da para tanto incremento de precios.

Precisamente porque ya la plata que nos ganamos no nos alcanza para llevar la vida que teníamos hace un año, todo el pueblo costarricense celebra la intención de este nuevo Gobierno de actualizar la canasta básica.

Lo más preocupante de esto de los aumentos es que, según un estudio realizado por el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC), puede llegar a haber diferencias hasta de un 300% en los precios de los diferentes supermercados.

Tan solo fueron 31 productos los que se metieron en el estudio, quizá los más comunes en la canasta básica de los costarricenses, el problema es que si en el resultado arrojado hay diferencias tan abismales imagínese usted si lo hiciera con todos los productos que compramos.

Si nos ponemos a pensar en familias de escasos recursos, no podemos obviar que estos precios tan cambiantes de un lugar a otro pueden hacer la diferencia entre lo que logra comprar una familia para comer.

Además, es lamentable que entre los productos que más diferencias tienen están las carnes, lo que provoca que en muchos hogares comerse un bistec, una chuletica o una piernita de pollo sea imposible para algunas familias.

Sabemos que quien tiene un negocio lo hace para ganar, sin embargo, no podemos pasar por alto a quienes lucran con la necesidad de las personas, y es que tan solo basta ponerse a pensar en los sitios en los que en varios kilómetros a la redonda solo hay un súper, entonces a los lugareños no les queda más que comprar ahí.

Y es que quienes tenemos cerca pulperías, un súper de chinos y supermercados nacionales por lo menos nos queda la oportunidad de ir y comparar, si no nos parece un precio podemos ir al establecimiento que está un poco más allá, pero en las zonas rurales muchas veces hay bastantes kilómetros de distancia entre un negocio y otro.

Las autoridades deberían de llevar un control más fuerte en cuanto a los precios y es que entendemos que no todo mundo negocia con las mismas empresas, que los costos de traslado pueden variar de un sitio a otro, pero que haya diferencias de precios de un 300% sin lugar a duda es un abuso hacia el consumidor.

Quizá muchos no se han puesto a pensar que solo una vez capan al perro, lo que quiere decir es que, quizá por una emergencia o por desconocimiento, la persona compra una vez en estos lugares, pero ya después no vuelve a aparecerse por ahí, lo que precisamente hace que los negocios quiebren.

Se supone que estas relaciones deberían de ser de ganar-ganar, donde los empresarios puedan amasar clientela y la gente pueda acceder a productos con un precio accesible y de buena calidad.

En definitiva, la lista publicada por el MEIC le abrió los ojos a muchos, ojalá esto los lleve a poner las barbas en remojo, porque tienen más que perder que lo que pueden ganar.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Miércoles 28 Septiembre, 2022

HORA: 12:00 AM