Todos somos responsables del control interno dentro de las organizaciones
Rita Salazar Sanabria*
El control interno es cada vez más importante y necesario dentro de las organizaciones, ya que permite establecer mecanismos para detectar desviaciones en nuestros objetivos, son banderas rojas que nos alertan que algún proceso está fallando o puede ser más eficiente.
El gobierno de la organización establece la cultura de control interno bajo responsabilidades definidas, creando un ambiente de control que va madurando conforme la supervisión y el monitoreo permiten identificar y emitir las mejoras requeridas.
Conforme se evalúan los niveles de maduración del control interno dentro de la organización se evidencian debilidades en los procesos por la ausencia de una cultura de control. Esta ausencia de cultura evidencia aspectos como:
1. La responsabilidad del control interno es asumida al 100% por áreas como auditoria interna, gestión, contraloría, entre otros.
2. Los colaboradores han recibido alguna retroalimentación sobre control interno, pero no se sienten parte del control y la cultura de la organización.
3. Los colaboradores no se sienten escuchados en las propuestas de cambios en los procesos o mejoras de actividades.
Según la metodología de gestión de riesgo COSO 2015, “el control interno es llevado a cabo por las personas, no se trata solamente de manuales, políticas, sistemas y formularios, sino de personas y de las acciones que éstas aplican en cada nivel de la organización para desarrollar el control interno”.
Los colaboradores de la organización constituyen el elemento más importante de la empresa para implementar el control interno y garantizar que los objetivos se lleven a cabo. El colaborador, al mantenerse día a día en el proceso, detecta más fácilmente las desviaciones, los riesgos relacionados y emergentes, por lo tanto, se convierten en un mecanismo necesario para comunicar oportunamente la necesidad de verificación, cambio o eliminación de algún elemento del proceso que afecta el control interno.
“La comunicación y la consulta deberían ser oportunas y asegurar que se recopile, consolide, sintetice y comparta la información pertinente, cuando sea apropiado, y que se proporcione retroalimentación y se lleven a cabo mejoras”, indica la norma ISO 31000:2018.
La organización, al implementar herramientas de control interno para los colaboradores, se garantiza la contribución en el ambiente de control interno, cambios significativos en los procesos, líneas de comunicación más fluidas, procesos eficientes, ambiente de trabajo agradable y una ética empresarial robusta.
El control interno es una cultura que se vive en toda la organización, favoreciendo a todos en general, y crea un ambiente laboral más apropiado, entendiendo que el colaborador tiene voz en los cambios significativos que aportan valor a las organizaciones.
*Contadora Pública Autorizada, Colegio de Contadores Públicos de Costa Rica
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
EMAIL: [email protected]
Martes 27 Septiembre, 2022
HORA: 12:00 AM
CRÉDITOS: Rita Salazar Sanabria*
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