Probablemente conoce la expresión un minuto de silencio, o incluso participó de este acto, pero, ¿conoce el motivo o lo que antecede a esta acción?
En nuestra sociedad se utiliza para honrar a una persona fallecida o para recordar un acontecimiento marcado por lo trágico.
Sin embargo, la primera vez que se implementó no fue un minuto sino dos, esto ocurrió en 1919 en el primer aniversario del armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial.
Edward Honey, un periodista australiano contrario a lo que ejerce en su profesión, vio en el silencio la esencia del respeto a los muertos, por lo que tuvo la idea de guardar silencio en señal de tributo.
A esta petición se unió el rey Jorge V, quien, según relata el portal del Ejército australiano, hizo llegar una misiva a todos los habitantes de la «Commonwealth» con el siguiente deseo: «Espero que mi gente, en todos los rincones del imperio, comparta el fervoroso deseo de recordar a aquellos que dieron sus vidas para que hoy seamos libres. Llamo a una suspensión completa de todas las actividades habituales durante dos minutos a la undécima hora del undécimo día del undécimo mes, para que, en perfecta quietud de pensamientos, todo el mundo pueda concentrarse en el recuerdo reverencial a los difuntos».
En Australia, la tradición sigue siendo guardar dos minutos en lugar de uno, como se hace en el resto del mundo.
