Los tumores cerebrales y de la médula espinal se denominan según el tipo de células que los forman y el lugar del cerebro en el sistema nervioso central (SNC) donde surgen primero.
Un tumor astrocítico empieza en las células del cerebro con forma de estrella que se llaman astrocitos y que sirven para ayudar a que las células nerviosas se mantengan sanas.
Es el caso del astrocitoma anaplásico, el astrocitoma difuso y el glioma del tronco encefálico. Un tumor oligodendroglial empieza en las células del cerebro que se llaman oligodendrocitos, que ayuda a mantener sanas las células nerviosas.
Otro tipo de tumor es el ependimario, que habitualmente empiezan en las células que revisten los espacios llenos de líquido del cerebro y los que rodean la médula espinal.
También se puede mencionar los tumores meníngeos o meningiomas, que se forman en las capas delgadas de tejido que cubren el cerebro y la médula espinal.
El número cinco se trata de los meduloblastomas, tumores embrionarios que se forman en el feto y se pueden diseminar desde el cerebro hasta la columna vertebral a través del líquido cefalorraquídeo (LCR).
Por último, un tumor poco frecuente es el craneofaringioma que se forma justo arriba de la hipófisis o glándula pituitaria.
El grado de tumor se divide en (I, II, III y IV) indican su tipo de crecimiento de lento a rápido. El grado del tumor se basa en qué tan anormal es el aspecto de las células examinadas bajo un microscopio y en la probable rapidez en que el tumor pueda crecer y diseminarse, los tumores primarios pueden ser benignos o cancerosos.