Soy una mujer de 47 años, vivo en unión libre. He sido de esas personas malhumoradas, y he tenido problemas tanto en el trabajo como con mi pareja y hasta con mis hijos. Yo siempre decía que yo era muy “cabreada”. Un día escuché en su programa que eso se puede cambiar y que era en cierto modo “malcriadez”. Me gustó mucho el comentario y me propuse ser más decente, y como que voy bien, pero quisiera saber si uno puede consultar por eso y con qué profesional.
- Tradicionalmente se ha señalado que las personas malhumoradas son así porque tienen un carácter fuerte, y esta apreciación trae implícitamente, de manera equivocada, que es algo innato que no se puede cambiar. Por eso es común escuchar que esas personas dicen “soy así”, indicando que esa es su forma de ser y que él o ella no puede hacer nada para evitar esas conductas tan enojosas.
La ciencia nos indica que la forma en que tratamos a los demás y el humor que tenemos en el cada día, aunque puede tener un componente genético e innato, suele ser condicionado por muchos otros factores que se pueden modificar, tanto así que son muchas las personas que han cambiado de forma radical su “manera de ser”. De gruñones a simpáticos, de aislados a “entradores” y hablantines, de iracundos a pausados y tranquilos.
Muchos de estos cambios se pueden realizar en el plano personal, y es cuestión de proponérselo, sin embargo, resultan más sencillos cuando recibimos ayuda profesional. Hay psicólogos que manejan estas disciplinas bajo programas que se llaman “entrenamiento en habilidades sociales”.
Los resultados suelen ser sorprendentes, la vida se simplifica cuando tenemos “el don de gente”, cuando evitamos las confrontaciones, cuando hacemos del recurso de la palabra un aliado. Desde luego que esto mejora nuestra vida laboral, nuestra interacción con los demás, pero sobre todo con los seres queridos que suelen ser los que se exponen más a nuestras torpezas en el trato.
PERIODISTA:
CRÉDITOS: Dr. Mauro Fernández, sexólogo
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Lunes 18 Julio, 2022
HORA: 12:00 AM
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