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Opinión

Un capricho nos pudo salir muy caro

Editorial

 

 

 

Los últimos cuatro años pasamos escuchando la cantaleta del tren un día sí y otro también, porque según el Gobierno anterior era lo mejor que nos podía pasar a los ticos.
Ahora que entró el nuevo jerarca del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) y se ha puesto a revisar todo lo que dejó el ministro anterior, dio con que ni era lo mejor ni la propuesta resultaba ideal para el país y el capricho de la ex primera dama nos hubiera salido muy caro a todos los costarricenses.
El tren eléctrico de pasajeros en la Gran Área Metropolitana (GAM) se estuvo orquestando desde el Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer) y el despacho de Claudia Dobles, entonces primera dama de la República.
Como se le reiteró en innumerables ocasiones al Poder Ejecutivo, un tren eléctrico debe ser económico y acorde con las necesidades del público que utiliza este servicio, pero parecía que en Incofer se hacían de oídos sordos.
El Gobierno anterior intentó vendernos la idea como si fuera la pomada canaria para solucionar la movilidad dentro de GAM y después de una revisión de las nuevas autoridades llegaron a la conclusión de que era un tranvía lento.
No es que el país no pueda avanzar y tener cosas de primer mundo, porque ese no es el caso, sino que si se va a hacer una inversión tan grande lo más lógico es efectuar un proyecto bien orquestado y que de veras dé beneficios a la población en general y no solo a unos cuantos, como se encontró con el proyecto estrella del Gobierno anterior.
Además, cuando se plantea un proyecto de este calibre hay que hacer estudios a conciencia y, si estos arrojan que la iniciativa no resulta viable, pues lo ideal es no porfiar.
Si no se tiene la gente para montarla al tren, si no contamos con la infraestructura ideal para hacerlo, si solo se verán beneficiados algunos empresarios tras lograr que el transporte pase al frente de sus negocios, si las rutas no son las adecuadas… Estas y muchas otras cosas más se venían denunciando cada vez que se tocaba el tema.
No se puede forzar algo que no tiene ni pies ni cabeza, no resulta sincero con el pueblo, que espera que los proyectos propuestos favorezcan a la mayor cantidad de gente posible, que no se haga algo para que algunos se llenen las bolsas y que el pueblo siga pagando préstamos pedidos por los gobiernos de turno.
Algunos se rasgan las vestiduras dando a entender que a muchos en este país no nos gusta avanzar, sin embargo, si vamos a pagar por algo debe brindarnos beneficios, que nos ayude a llegar más rápido, que sea más cómodo, que venga a eliminar las presas y que sea una solución al colapso vial que se vive en este país.
Los estudios demostraron que este tren propuesto no era financieramente rentable, porque no todos están dispuestos a montarse en él y dejar la comodidad de su vehículo para que pueda funcionar.
Es momento de que el MOPT y el Incofer trabajen de la mano para elaborar un proyecto que realmente favorezca a los ticos, porque por hacer mamarrachos luego hay que invertir nuevamente para tratar de tapar la torta inicial o muchas veces lo que se hizo al inicio tuvo que ser desechado porque si se quiere seguir avanzando las partes iniciales no concuerdan.
Dejemos de lado los caprichos, el tren no es la única solución para todos los problemas del país. Se necesita entrarle al desempleo, a la pobreza, al narcotráfico y a la inseguridad ciudadana, a todos los agobios que sufre a diario la población.

 

 

 

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

EMAIL: [email protected]

Martes 28 Junio, 2022

HORA: 12:00 AM

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