Este anuncio se produjo tras el despliegue el miércoles de unos 1.300 policías en las favelas de Jacarezinho y Muzema, para un vasto operativo de "reconquista" de estos territorios que viven bajo el yugo del crimen organizado. 

El programa "Cidade Integrada" planea abordar los problemas sociales de estos barrios pobres abandonados por el Estado durante décadas. 

El gobernador Claudio Castro prometió en particular obras de saneamiento y proyectos socioeducativos dirigidos prioritariamente a jóvenes y madres. 

Este programa afectará inicialmente solo a estas dos favelas. 

"Pensaremos en implementar el programa en otras favelas cuando esté en pleno funcionamiento" en Jacarezinho y Muzema, explicó Castro en conferencia de prensa. 

La elección de estas favelas es muy simbólica, ya que ambas han vivido terribles tragedias recientemente. 

Jacarezinho, ubicada en el norte de Rio, no lejos del aeropuerto internacional, fue escenario en mayo pasado del operativo policial más sangriento en la historia de Rio, que dejó 28 muertos. 

Esta zona es considerada uno de los bastiones del Comando Vermelho (Comando Rojo), una de las principales bandas de narcotraficantes de Brasil. 

"Después de lo que pasó, se necesitaba una intervención", dijo Castro, miembro del Partido Liberal (PL), el partido político del presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro, de quien el gobernador es un fiel partidario. 

Muzema, ubicada en la zona oeste de la ciudad, fue escenario en junio de 2019 de la muerte de 24 personas en el derrumbe de dos edificios construidos ilegalmente. 

La zona está controlada por poderosas milicias parapoliciales, que toman terrenos de forma irregular y extorsionan a la población para prestarles servicios como gas, internet o transporte. 

Este "es un programa para recuperar el territorio, para devolverlo a donde pertenece, la gente de estas favelas. No es de las milicias ni del narcotráfico", insistió el gobernador.

Pero algunos especialistas en seguridad temen que este programa repita los errores de las Unidades Policiales Pacificadoras (UPP), creadas en 2008 por el exgobernador Sergio Cabral, encarcelado desde 2016 por corrupción. 

Las UPP inicialmente redujeron la violencia en alrededor de 40 favelas, pero luego la situación se deterioró, especialmente desde la crisis financiera que socavó el estado de Rio después de los Juegos Olímpicos de 2016