Diario Extra - Caso de danesa violada afecta 37 familias

Treinta y siete familias se afectaron económicamente debido al caso de la turista danesa que indicó a las autoridades judiciales ser violada por varios hombres en Cocles de Puerto Viejo, Limón.
Luis Diego Freni Méndez, vocero y conductor del servicio de tuk-tuk en esta zona, contó que la comunidad en general está pagando las consecuencias de ese delito.
En el lugar se realizaron varias cancelaciones en los hospedajes, lo cual no solo afecta el sector hotelero, sino a quienes venden comida y brindan servicios de transporte. “Por uno estamos pagando todos y eso no es justo”, criticó.

GRUPO UNIDO

Freni explicó que él y otros compañeros del gremio (40 personas aproximadamente) se encuentran en trámite para conformar una asociación con la que pedirán los permisos respectivos para ser reconocidos como un medio de transporte oficial.
“Estar identificados, que las autoridades nos pidan los requisitos que nos tengan que pedir, cumplimos y evitamos esta situación”, dijo Freni, haciendo referencia a que, a pesar de estar pasando un mal momento, intentan sacar lo mejor de ello: buscar el camino a la legalidad.
Añadió que desean conversar con el Consejo de Transporte Público (CTP) y la Cámara de Turismo para que les indiquen cuáles son los parámetros que los vehículos deben cumplir para transportar personas.
“Es una motocicleta, la podemos usar con cascos. Queremos negociar, ponernos al día para poder seguir trabajando como lo hemos hecho con el sector turismo”, acotó.
Según el vocero, el tuk-tuk es buscado por los turistas, pues tienen grandes ventajas como ser amigables con el ambiente por la poca emisión de gases que producen.

VIOLACIÓN

Una danesa identificada como Emily salió del hotel donde se hospedaba el 6 de enero en un tuk-tuk. El conductor en apariencia la llevó a playa Cocles, donde estaba un grupo de 4 hombres, que la bajaron a la fuerza del vehículo y arrastraron hasta la arena para violarla.
Se presume que la víctima se hizo la muerta durante varios minutos para que los abusadores la dejaran en paz y poder salir a pedir ayuda.
En el momento en que lo logró, salió despavorida y llegó a un bar de la zona, llena de arena y envuelta en lágrimas.
En el local la auxiliaron, trataron de calmarla y llamaron a las autoridades para que interpusiera la denuncia.
Posterior a la llegada de los policías, quienes la socorrieron, la llevaron a la clínica de Hone Creek donde presuntamente le indicaron que debía ir a Fiscalía y después al Hospital Tony Facio.
Dos días después de la situación, es decir el 8 de enero, Emily tomó un avión rumbo a su país natal sin practicarse un solo examen forense.