Unas 800 mil personas sufren de hambre en Costa Rica, según un informe dado a conocer este martes por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
De acuerdo con el documento, esta cifra viene creciendo si se compara con años anteriores. Se elevó de un 12,2% a un 15,3% entre el 2014 y el año 2020.
Esto significa que 15 de cada 100 personas experimentaron inseguridad alimentaria moderada debido a una reducción en la cantidad o calidad de alimentos por falta de recursos económicos, mientras que 3 de cada 100 personas en el país sufrieron inseguridad alimentaria grave.
La FAO define la inseguridad alimentaria cuando una persona carece de acceso regular a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para un crecimiento y desarrollo normales y para llevar una vida activa y saludable.
La situación no deja de ser preocupante, aunque otros países arrastran datos más desalentadores como es el caso de Guatemala, donde la cifra es de 49,7%, en el Salvador 47,1% y en Honduras 45,6% del total de la población.
Del informe se desprende que el hambre en América Latina y el Caribe está en su punto más alto desde el 2000, tras un aumento del 30% en el número de personas que padecen hambre entre 2019 y 2020.
Según el panorama regional de seguridad alimentaria y nutricional 2021, en tan solo un año y en el contexto de la pandemia de Covid-19, el número de personas que viven con hambre aumentó en 13,8 millones, alcanzando un total de 59,7 millones.
La prevalencia es la más alta de los últimos 15 años, aunque ligeramente por debajo del promedio mundial de 9,9%. Solo entre 2019 y 2020 la prevalencia del hambre aumentó en 2 puntos porcentuales.
“Debemos decirlo fuerte y claro: América Latina y el Caribe enfrenta una situación crítica en términos de su seguridad alimentaria. Ha habido un aumento de casi el 79% en el número de personas con hambre entre 2014 y 2020”, dijo Julio Berdegué, representante regional de la FAO.
El informe revela que si bien la pandemia agravó la situación, el hambre ha ido en aumento desde 2014, lo que implica que se deben corregir las vulnerabilidades profundas de los sistemas alimentarios en cada uno de los países.
Otro dato es importante es que la inseguridad alimentaria no afectó por igual a hombres y mujeres. Se estima que en 2020 el 41,8% de las mujeres de la región experimentaron inseguridad alimentaria moderada o grave, en comparación con el 32,2% de los hombres. Esta disparidad ha ido en aumento en los últimos 6 años y aumentó drásticamente, del 6,4% en 2019 al 9,6% en 2020.
PERIODISTA: María Siu Lanzas
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Miércoles 01 Diciembre, 2021
HORA: 12:00 AM
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