El retraso y la casi inviabilidad en la aprobación de algunos proyectos de ley asociados al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) no constituyen la principal amenaza para la economía nacional, sino el entorno global.
Se trata de la escalada en los precios de bienes y servicios. Así lo indicaron Fernando Rodríguez y Greivin Salazar, economistas del Observatorio Económico y Social de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional (UNA).
“A mí no me preocuparía el acuerdo con el Fondo, sino el entorno internacional. Que la inflación y el tipo de cambio suban no va a depender del acuerdo con el Fondo. Hay aumentos de precio por todo lado”, manifestó Rodríguez.
Actualmente se combina una serie de factores que crean la tormenta perfecta. Por un lado está el incremento en el precio de los combustibles y por el otro el costo de los fletes marítimos y el alza en el tipo de cambio.
“Hay un incremento generalizado en la cadena global de suministros que no sabemos cuándo va a terminar. Esto genera un efecto en cadena que eleva los precios de todo”, añadió Salazar.
Un reflejo de esta situación en Costa Rica es la solicitud de ajuste en el precio del arroz, los frijoles y los huevos. Además ya comienza a percibirse la escasez en algunos productos y alcanzamos el décimo aumento en el precio de los combustibles.
De acuerdo con Rodríguez, la situación fiscal ha mejorado y hasta ahora no depende de la aprobación de la agenda con el FMI. “Podríamos estar mejor si tuviéramos un menor pago de intereses”, expresó.
A su criterio, ni la renta dual, ni Empleo Público, ni gravar las casas de lujo e incrementar las contribuciones de las rentas de capital generarán un rendimiento significativo en el corto plazo.
“Lo que tenía que moverse son los proyectos que quedaron atrás y el de mayor impacto a corto plazo pudo ser eliminar la exoneración en renta sobre el salario escolar”, comentó.
En su opinión, excepto que hubiera un compromiso específico con la agenda del FMI, los números seguirán siendo favorables para el país y se continuarán recibiendo recursos.
El auge fiscal lo atribuye a que no es hasta este año que empieza a verse el efecto de la reforma fiscal de 2018.
“La prueba es que vamos a tener un déficit que no se veía desde el año 2012”, indicó.
La previsión es que el déficit financiero alcance un 5,5% del Producto Interno Bruto (PIB) e incluso que fuera un poco menor. “Yo creo que más bien se abrieron más variables fiscales para una discusión más abierta con el Fondo”, acotó.
SALARIOS NO CRECEN AL MISMO RITMO
Por su parte, el economista Greivin Salazar dijo que los salarios mínimos han perdido poder adquisitivo, eso significa que no alcanzan para compensar el costo de vida.
“No son suficientes como para subsanar el incremento en los precios. No hay capacidad suficiente para adquirir los mismos bienes y servicios que un año atrás”, explicó.
Sin embargo este comportamiento estaría acorde con la época de crisis.
Adicionalmente los economistas detectaron que hay un problema de empleo serio, el cual se concentra en las mujeres jóvenes de entre 15 y 24 años. Se estima que 1 de cada 2 mujeres de esta edad no consigue trabajo.
“Una parte de las mujeres que perdieron su empleo no han podido reincorporarse al mercado laboral. Hubo una contracción en dos de las actividades que daban más empleo a las mujeres, el servicio doméstico y el comercio”, aseguró Salazar.
Acotó que el efecto de la pandemia en términos de género no ha sido neutral al impactar labores que se consideran tradicionalmente de las mujeres.
FUERA DE LA AGENDA POLÍTICA
Los economistas plantearon cuáles son los temas que a su criterio deberían formar parte de la agenda política.
• Cómo hacer crecer la economía
• Empleo para mujeres jóvenes
• Educación y brecha digital
• Dónde queremos ir como país
• Reducción del costo de la deuda pública
Fuente: Observatorio Económico y Social de la UNA
PERIODISTA: María Siu Lanzas
CRÉDITOS: Foto: Archivo
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Jueves 25 Noviembre, 2021
HORA: 12:00 AM
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