Las verdades detrás del código QR

Editorial

Hace más de una semana el Gobierno anunció con bombos y platillos la vuelta a la normalidad postpandemia, sin embargo, esa normalidad está muy distante de la que conocimos antes de marzo del 2020.
El próximo año quien no tenga el código QR que emite el Ministerio de Salud quedará vetado de entrar en casi todos los comercios, casi que solo a la pulpería podrán ingresar quienes no cumplan con esta condición.
Sin embargo, más allá de que si es bueno, malo, dictatorial o positivo, dependiendo del punto desde donde se mire, esta nueva identificación obligatoria tiene detrás muchos detalles que empiezan a salir a la luz y de inmediato generan dudas.
La semana pasada DIARIO EXTRA cuestionó al Ejecutivo el costo que la empresa Soin habría puesto al desarrollo de la plataforma para generar los códigos y la información de los vacunados, pero asegura que todo es un noble regalo de esta empresa privada, que curiosamente ha ganado una larga lista de licitaciones con dependencias del Gobierno.
Casualidad o no, el hecho de que sea regalado siembra cuestionamientos que Salud y la Caja Costarricense únicamente responden con que es una donación.
A esto se suma que los servidores de esa empresa que ahora maneja datos sensibles de gran parte de la población que vive en el país están en Estados Unidos.
Para ser más directos, están en manos de la empresa Amazon, cuyos servidores están en ese país norteamericano sin que desde Costa Rica se tenga detalles del uso que le dan a la información, pues como explicamos anteriormente son entes privados.
Soin otorgó el resguardo de esta información valiosa a una transnacional sin idea alguna si los tienen en Virginia, Carolina del Norte, Ohio u Oregón, que es donde esta empresa tiene sus operaciones dedicadas a esas labores.
Todas estas acciones suman y no van dejando dudas, sino incertidumbre y desconfianza de lo que pueda pasar con cada dato que se vaya a “proteger” en esas ciudades gringas.
Pero hay más y no entendemos por qué las instituciones a cargo de este proceso nos han ocultado, pues resulta extraño que el manejo de toda la plataforma de los códigos se esté negociando desde noviembre del 2020.
Realmente es muy raro que hace un año, cuando ni siquiera teníamos garantizadas vacunas en Costa Rica, ya la empresa que hoy desarrolla la plataforma tuviera hecho un documento de términos y condiciones para el Ministerio de Salud sobre qué se podía hacer y qué no a la hora de realizar el proyecto.
¿Cómo sabían ellos que iban a tener a cargo la plataforma? ¿Qué les garantizaba que fuera por medio de un código QR que se llegaría a trabajar? Es ahí donde más que dudas saltan explicaciones del porqué ahora todo es gratis, cuando se tenía preparado desde hace un año.
Finalmente, aunque el Gobierno aún no ha anunciado oficialmente el lanzamiento de la página web y aplicaciones, ya estas funcionan, hay videos e información de cómo se va a operar y lo mejor de todo es que hay hasta banners con logos del kölbi y Ministerio de Salud elaborado desde hace semanas, incluso antes de que se notificara a la población.
Nuevamente es donde nos preguntamos: ¿Por qué ocultar todo esto a los costarricenses? ¿No era que Zapote tenía una casa de cristal y el PAC ondeaba la bandera de la ética?

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Lunes 25 Octubre, 2021

HORA: 12:00 AM