¿Hasta cuándo algunas personas van a seguir ensuciando el nombre de la CCSS?

María Eloísa Cordero Solano

Desde que inicié el embarazo mi hijo Antonio he tenido tantas alegrías y tanto agradecimiento con muchos profesionales del sector público, así como del sector privado. Pero también he pasado momentos tan desagradables y tragos tan amargos por culpa de “profesionales” que no tienen el mínimo de vocación en lo que hacen, ni idea de amor al prójimo y menos intensión de hacer algo más de un mínimo esfuerzo o cumplir para recibir el pago que todos nosotros les damos. El pasado miércoles 29 de setiembre, fue una de esas feas experiencias, y lastimosamente vi como no fuí la única, las funcionarias del Hospital de Cartago donde se atienden citas de pediatría, urología y otras especialidades se encargan de maltratar al usuario con su indiferencia y sin la mínima intención de ayudar. Simplemente diciendo… vaya a su Ebais, yo aquí no puedo hacer nada… Se trata de los datos del expediente electrónico, al parecer cualquier comunicado por teléfono se da a los números que tengan registrados y son enviados del Ebais, no importa si la secretaria del Ebais lo brindó mal o tienen un número desactualizado, ese no es problema de ellas, ah, y si tienen registrados 3 números correctos como en mi caso, hacen 1 INTENTO al primero que les aparezca y con eso CUMPLEN, si no se pueden comunicar no se intenta más ni mucho menos se prueba con otro de los números registrados… La cita de mi hijo estaba programada para las 7:30 a.m. Yo me presenté con la secretaria (Cód. Usuario atrojasb) y me indica que el día anterior se hizo un intento de localizarme al número de mi esposo, para indicarme que esta vez la atención era telefónica, pero como no respondió, lo siento… y fue la historia de la mayoría que tenían cita y no fueron “localizados”. No importa si eran adultos mayores, niños de brazos, venían de lejos, de madrugar y tomar varios buses, si faltaron al trabajo, si vieron a ver con quién dejaban a los otros niños, ese no es problema de ellas. Yo me iba a retirar, pero en eso me percato que los médicos sí están presentes en sus consultorios, entonces le consulto a la secretaria si es posible que la doctora lo atienda, ya que me presenté, ellos tienen reporte que no se me dio el mensaje del cambio de modalidad, mi hijo se ausentó de sus terapias y yo no pude ir al trabajo; a lo que ella me indica que no puede consultar pero que yo le toque la puerta a la doctora. Lo hago, le toco la puerta, me permite abrir, le explico lo sucedido y le comento que mi hijo ha estado molesto del estómago, que si lo puede revisar, a lo que me responde muy directamente que “si el niño está enfermo que lo lleve a emergencias”. Cita #202006284208, Clínica Alfredo Volio, funcionaria Ileana María Méndez Montero. ¿Qué clase de actitud tan reprochable, falta de ética profesional, irrespetuosa, prepotente y equívoca puede ser la respuesta de esta señora médico? ¡Descaro lamentable! ¡Mi enojo fue bastante y me sentí sumamente ofendida y con mucho dolor de ver que estos funcionarios se sientan con el derecho de faltar a su deber y negar la atención a un niño que se presentó a una cita ya programada! Cerré la puerta, admito, no muy dulcemente, y le indiqué a la secretaria entre lágrimas de cólera y dolor que era mucho el abuso y que iba a presentar una queja, por lo que la doctora salió y me indicó que la esperara y me iba a atender. Me atendió, sí, debo admitir que al final “cumplió”, pero ya me había desestabilizado muchísimo emocionalmente, mucho más tarde de la hora de mi cita, puesto que antes tuve que llevar ese calvario, fue mi actitud de insistir y enojo lo que la hizo reaccionar, pero ¿y todos los demás? ¿A todos los demás que devolvieron y se sintieron sin posibilidades de hacer nada? ¿Ellas siguen tan campantes? ¿Con más tiempo libre para tomar café, ver Facebook y chismear? ¡No es justo! Esta carta la entrego porque es mi deber no quedarme callada, porque somos muchos los usuarios cansados de recibir malos tratos, que han pasado por la misma inoperancia y falta de empatía de muchos funcionarios públicos y privados profesionales y no profesionales que hacen su trabajo por un salario y pierden el sentido humanitario que deben tener quienes trabajan con personas, máxime en labores tan sensibles como la salud.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Lunes 11 Octubre, 2021

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: María Eloísa Cordero Solano