Diario Extra - Fury tumba por segunda vez a Wilder

Las Vegas. (AFP) - El británico Tyson Fury noqueó el sábado al estadounidense Deontay Wilder en el undécimo asalto y conservó el título de campeón de peso pesado del CMB, en un dramático cierre de trilogía llamado a convertirse en un clásico del boxeo.
La pelea más esperada del año cumplió con las expectativas, con caídas a la lona por parte de ambos púgiles hasta que el “Gypsy King”, invicto en su carrera, derribó definitivamente a Wilder.
Los 15.820 espectadores del T-Mobile Arena de Las Vegas (Nevada) vibraron con una épica segunda victoria consecutiva de Fury sobre Wilder, con quien empató en el primer episodio de esta feroz rivalidad en 2018.
Fury suma en su carrera 31 victorias y un empate, sin derrotas, mientras que Wilder se queda con 42 victorias, 2 derrotas y 1 empate.
"No duden nunca de mí. Cuando las cosas se pongan feas, siempre cumpliré", dijo Fury tras el combate.
"Fue una gran pelea esta noche, como cualquier trilogía de la historia. No voy a poner excusas, Deontay es un gran boxeador. Siempre digo que soy el mejor peleador del mundo y él es el segundo", afirmó el vigente campeón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
A sus 33 años Fury podría buscar ahora una pelea de unificación de coronas de peso pesado con el ucraniano Oleksandr Usyk, quien posee los cetros de la AMB, FIB y OMB.
Wilder, de 35 años, ofreció una exhibición de resistencia, pero no fue suficiente para recuperar el cinturón que cedió en 2020 a Fury tras un lustro en su poder.

MÚLTIPLES CAÍDAS

Tras hacer esperar su salida al ring, Wilder arrancó fuerte el combate conectando los primeros golpes en cuerpo y cabeza de un Fury que presentaba el mayor peso de su carrera (125,6 kg).
El “Bombardero de Bronce” se llevó el primer asalto, pero Fury comenzaba a dar los golpes más certeros del combate.
El británico iba tomando ritmo hasta que en el tercer asalto mandó por primera vez a la lona a Wilder con un gancho de derecha.
El estadounidense resistió hasta la campana y le dio rápidamente la vuelta al combate gracias a su temible derecha, con la que envió dos veces a Fury al suelo en el cuarto asalto.
Con ambos púgiles tocados, Wilder y Fury trataron de asentarse de nuevo sobre el ring, concediéndose una pequeña tregua en tres igualados asaltos.
En el sétimo el británico estrelló una potente derecha contra Wilder que lo dejó temblando, pero el estadounidense seguía en pie y dispuesto a resistir.
Wilder, un especialista en nocauts, mantenía la esperanza de encontrar un golpe ganador, pero fue Fury quien le hizo hincar de nuevo la rodilla en el décimo asalto.
El británico también resentía los golpes de Wilder, pero con 1 minuto y 10 diez segundos para el final del undécimo asalto consiguió conectar un fulminante gancho de derecha del que Wilder no se recuperó.