Soy un hombre soltero de 35 años. He tenido varias parejas en mi vida y me convencí de que no vale la pena hacerse de tantos problemas, las relaciones se complican, las parejas terminan siendo enemigas y, aunque no tengo hijos, sí he visto la vida que viven muchos hombres separados con hijos. Eso es un martirio, a mí me pasó una vez y mejor resolví el problema pagando por sexo en vez de sufrir por amor.
Tiene usted razón, son muchas las parejas que hacen del amor un verdadero martirio, algunas van más allá y continúan con sus diferencias y conflictos después de la separación o aún divorciados y hasta usan a los niños para mortificarse mutuamente.
Es entendible y frecuente que después de haber vivido ese tipo de circunstancias se tienda a rehuir nuevos compromisos por el temor a que vuelvan a presentarse circunstancias tan impactantes y dolorosas.
Por eso algunos juran y perjuran que no se vuelven a enamorar nunca más, o al menos “totalmente y para siempre” como decía aquel cantautor, otros se proponen abstenerse de cualquier vínculo y optan por la soledad y están aquellos que recurren a contactos sexuales remunerados para al menos aliviar sus ansias sexuales.
Por dicha el amor es invencible, y “en una que va y en una que viene” surge una relación que representa una oportunidad para conformar un vínculo gratificante y duradero. Desde luego, puede que le vaya mal, pero lo recomendable es buscar ayuda profesional cuando florezcan las primeras diferencias, con el fin de tratar de conformar una pareja funcional, gratificante y armónica.
PERIODISTA:
CRÉDITOS: Dr. Mauro Fernández
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Jueves 23 Septiembre, 2021
HORA: 12:00 AM
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