Diario Extra - Familia de Allison molesta con sentencia de 18 años

A Nelson Sánchez Ureña, de 29 años y alias “Sukia”, lo sentenció el Tribunal Penal de Cartago a 18 años de prisión por dar muerte a Allison Bonilla Vásquez el 4 de marzo de 2020, condena que decepcionó a la familia y allegados de la joven, quienes esperaban una pena más severa.
La Fiscalía solicitó durante la etapa de conclusiones 35 años de prisión por homicidio calificado, sin embargo los jueces no consideraron que se trata de este tipo de delito, sino más bien de homicidio simple.
“El tribunal no comparte esta decisión del Ministerio Público y del querellante porque consideran que no se reúnen los elementos objetivos y subjetivos para considerar que la conducta que se realizó en este caso de su parte, que, si bien fue con extrema crueldad y violencia, no se llenan las características de la alevosía porque para que exista una conducta alevosa se requiere una preordenación de ideas”, explicó el juez Franklin Ramírez.
Además, Sánchez fue absuelto del delito de violación en contra de la muchacha de 18 años a pesar de que anteriormente el imputado había confesado haberlo hecho.
“El tribunal ha tenido que descartarlo porque no hay forma de demostrar que usted mata a Allison con el fin de ocultar otro delito, por eso es que no puede compartir el tribunal el criterio del querellante y la señorita fiscal de que usted con el fin de procurarse su impunidad lanza el cuerpo en el precipicio y eso hace que se agrave la condena”, agregó Ramírez.
El imputado continuará en prisión preventiva mientras la sentencia queda en firme.

APELARÁN

Los familiares de Allison anunciaron que apelarán la sentencia impuesta por el tribunal contra alias Sukia, decisión que también podría ser apoyada por la Fiscalía.
“En ese sentido, este despacho esperará la sentencia integral para analizarla y determinar si procede apelar la resolución o no”, informaron desde el Ministerio Público.

MOMENTOS DE TENSIÓN

Finalizado el juicio, a Sánchez lo sacaron de la sala custodiado por al menos cinco agentes judiciales, pero al pasar frente a la familia y allegados de Allison, estos arremetieron contra él gritándole improperios y golpeando las puertas de cristal que los separaban.
En el caso de Yendry Vásquez, madre la joven víctima, entre lágrimas alzó su voz que se escuchó por toda la instalación judicial.
“Asesino, ¡te vas a pudrir en la cárcel! ¿Por qué me la quitaste?”, vociferó la señora.
Al salir doña Yendry de los Tribunales varias personas que se encontraban con pancartas y camisetas con la imagen de Allison soltaron el llanto e incluso la abuela de la joven sufrió una descompensación y se desmayó en los brazos de su hija.

LOS HECHOS

La noche del 4 de marzo de 2020, a las 8:47 p.m., Allison Bonilla, caminaba rumbo a su casa en Ujarrás de Paraíso, Cartago, luego de viajar en un bus de la ruta Cachí-Paraíso.
Sánchez aprovechó que por ser vecino conocía a la víctima y la interceptó. El hombre habló con ella y logró que abordara su carro; luego la trasladó hasta un inmueble, el cual es conocido en la zona como una finca para el cultivo de café.
Una vez en el lugar, el imputado llevó a muchacha a 140 metros de la entrada principal de esa finca, donde la golpeó con fuerza haciendo que se le cayeran los lentes y un arete, objetos que quedaron en ese sitio.
Según la Fiscalía, el golpe le ocasionó a la muchacha una herida sangrante que la dejó inconsciente. De esa manera, Sukia la introdujo nuevamente en el carro, le amarró las manos y luego la colocó en la cajuela.
Al parecer el sujeto condujo el auto hasta un botadero clandestino ubicado en San Jerónimo de Cachí, luego sacó a Allison, quien permanecía inconsciente y la lanzó al precipicio, el cual es de 450 metros de profundidad.
A partir de la desaparición de la joven, las autoridades policiales y los familiares iniciaron labores de búsqueda, las cuales se extendieron por al menos seis meses.
Fue en setiembre del 2020, después de que Nelson Sánchez confesara lo ocurrido, que ubicaron en dicho botadero algunas prendas de vestir de Allison, así como sus restos óseos; sin embargo, el hombre después negó los cargos aduciendo que lo que dijo había sido bajo intimidación.