Esta condición también conocida como prurigo por insectos, es una enfermedad común, que es más frecuente en niños, ya que están más expuestos al aire libre y juegan en lugares donde generalmente permanecen los insectos.
Este padecimiento por lo general es pasajero y sus síntomas más importantes pueden ser brotes en la piel con enrojecimiento e hinchazón, ronchas y una intensa picazón o ardor.
Las abejas, avispas, mosquitos y pulgas, son los insectos que con mayor frecuencia nos pican y aunque en su mayoría, ocurre en verano, en nuestro país, se presenta en cualquier época del año.
En caso de una picadura, es importante que tome en cuenta las siguientes medidas para un efectivo tratamiento y manejo de la situación:
• Evitar el rascado del área afectada
• Lavado de la piel con agua y jabón, dos o tres veces al día, sin romper las ampollas o vesículas en caso de existir.
• Extracción de cuerpos extraños (por ejemplo, aguijones) mediante pinza estéril o raspado, pero nunca mediante succión con la boca o utilizando las manos.
• Cremas que combaten la inflamación local de la piel (Corticoides tópicos de potencia leve).
Aunque en la mayoría de las ocasiones parece que es inevitable rascarse en la zona donde se dio la picadura, hacerlo nos puede producir sobreinfección. En caso que se produzca, es necesario tomar antihistamínicos que son medicamentos que nos ayudarán a controlar la picazón y la inflamación y también analgésicos orales como acetaminofén, que quitarán el dolor.
Otra medida que puede tomar es aplicar hielo envuelto en un paño o bien, un paño húmedo y frío durante unos pocos minutos (compresas frías), por un período de tres veces al día, hasta que desinflame y los síntomas desaparezcan.
Las picaduras son incómodas, pero en la mayoría de las ocasiones no pasan a más, sin embargo, tome las medidas de prevención para evitar que algún insecto le pique y le haga pasar un mal rato. ¡Cuídese usted y a sus seres queridos!
• Médico y especialista en Dermatología
