Respirando con un poco más de paz, pero con la imagen fresca en su cabeza del secuestro del que fue víctima, Homer Chacón, dueño de varias fincas cafetaleras en el sector de León Cortés, Zona de los Santos, contó a DIARIO EXTRA la pesadilla que vivió durante 12 horas.
Tal como lo informó El Periódico de más Venta en Costa Rica, los sospechosos forcejearon con Chacón en su casa, lo arrastraron hasta la salida principal de la propiedad y se internaron a una zona montañosa, para exigir ¢20 millones por su rescate.
De acuerdo a las autoridades del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), recibieron el llamado de los familiares de Chacón reportando el secuestro, por lo que se desplazaron a la zona donde iniciaron un operativo de búsqueda con unidades caninas, sin embargo, no se obtuvo resultados positivos.
Los parientes comenzaron a entrar en desesperación a medida que pasaba el tiempo, ya que los agentes les informaron que se trataba de un proceso muy delicado.
Sin embargo, tras más de mediodía privado de libertad, los captores dejaron que el hombre de 67 años se fuera al verse rodeados de policía, por lo que el cafetalero salió de la montaña hasta llegar a su casa donde se fundió en un abrazo con sus familiares.
“¿CUÁNTO VALE SU VIDA?”
Don Homer, luego de hacer diligencias para reponer sus documentos de identificación, atendió en su casa a DIARIO EXTRA y contó detalles de lo que le sucedió.
“Yo me encontraba en la finca trabajando, estaba totalmente solo, cuando de repente cuatro sujetos ingresaron, forcejeamos un poco y ellos me decían que venían por los paquetes de droga, que si no los entregaba me iban a llevar, lo cual es solo un timo porque yo siempre he sido una persona de campo trabajadora del café, sin embargo, me llevaron a rastras a un lugar montañoso. Yo no pude ver nada porque estaba en shock, más que me llevaban a pie por toda la montaña amarrado, ahogado, sin aire, no pude pensar en otra cosa.
Luego paramos en cierto sector y estos sujetos me dijeron que cuánto valía mi vida y empezaron a negociar con alguien de mi familia para que pagara mi rescate”, relató Chacón.
De acuerdo con los informes preliminares, los hampones pedían mucho dinero por la liberación, pero según tiene entendido esa plata nunca se pagó.
“Que yo sepa no se pagó ninguna plata, porque yo dinero no tengo guardado, por lo cual es imposible que se pudiera pagar esa suma, además ellos me robaron mi billetera, con mis tarjetas, mis documentos, sumado a eso se robaron mi celular también, pero cuando me dejan libre no fue porque se realizó el pago, para ser sincero no tengo ni idea por qué me liberaron”, explicó.
Por otra parte, el afectado comentó los sentimientos que vivió las doce horas que pasó privado de su libertad.
“Me sentí asustado, nervioso, además de cansado y agotado porque me hicieron caminar por varias horas, me preocupé por mi familia, fue en lo único que pude pensar en esos momentos y en lo extraño que era todo, porque es un pueblo donde nos conocemos todos. Somos que casi una familia toda la comunidad, por eso no pude identificar si eran conocidos de la zona o provenientes de otro lugar, ya al momento que vi a mis familiares y a mis conocidos sentí un alivio e igual ellos, que me contaron que vivieron momentos de angustia y al verme ya sintieron una felicidad, pero no dejaban de estar asustados y anonadados por lo que aconteció”, agregó Chacón.
Por otra parte, dijo que esta mañana se desplazó a las oficinas del OIJ a realizarse exámenes que los agentes le pidieron para poder averiguar si hubo indicios de violencia o si se encontraba con problemas de salud producto del atentado, además de poner la denuncia respectiva.
Además, se dedicó a realizar varias diligencias relacionadas con la licencia de conducir y las tarjetas de crédito para dejar todo en regla.
PROBLEMAS DE SALUD
Una mujer que se identificó solo con el apellido Naranjo para resguardar su seguridad, quien sería la nuera de la víctima, abrió las puertas de su casa para comentar el proceso que vivió la familia y revelar más detalles del afectado.
“A nosotros lo que nos preocupaba era el estado de salud de mi suegro, porque él es diabético, sufre de presión alta y también sufre de dolores en las rodillas, por lo que nos preocupamos demasiado, ya que a él lo sacaron caminando y lo llevaron a caminar por varias horas a una zona montañosa. Nosotros lo único que pensábamos era en su salud porque sabíamos que algo le podía pasar, que se descompusiera o que poco a poco se fuera deteriorando ya que en el momento no sabíamos que lo iban a soltar o cuánto podía durar este secuestro”, comentó.
A su vez, mencionó que desde horas de la mañana hasta que concluyó el secuestro todos vivieron lo que ella describe como un capítulo de nunca acabar, ya que también ella fue víctima de un hecho similar hace siete años. (Ver nota aparte)
“Entramos en pánico, tanto que cuando mi esposo me contó, me dijo que me encerrara y que pusiera picaporte a la puerta y no saliera, luego lo único que sé es que él se dejó venir hasta la finca a averiguar lo que había pasado, pero ya no había ni oficiales ni operativo, lo cual lo puso más nervioso y asustado, mientras yo solo me comunicaba con él esporádicamente, ya que él se movilizé a ver qué se podía hacer.
Cuando cayó la tarde, no se puede imaginar la desesperación que comenzamos a vivir, tanto así que no me acuerdo nada de ese momento, la Cruz Roja, la Policía y el OIJ me llamaban y yo ni siquiera sé qué fue lo que hablé con ellos porque entramos todos en desesperación. Se logró respirar ya cuando como a eso de las ocho de la noche (Homer) apareció sin golpes, sin nada, regresó intacto y ahí fue cuando logramos relajarnos un poco de saber que ya estaba bien y al menos resguardado”, recordó Naranjo.
NO SON DE LA ZONA
El Periódico del Pueblo conversó con un primo de la víctima, quien se identificó solo con su apellido Valverde, este señala que los captores no son lugareños.
“Puedo estar seguro de que no son personas de aquí, hace poco yo me di cuenta que unas personas que no son de confiar estaban en estos alrededores haciendo y deshaciendo y nos dimos cuenta que venían desde Alajuela y de ese lugar hasta venir aquí es complicado y por qué razón vienen solo a hacer daño, por esa razón, yo sí estoy seguro de que tuvo que ser otra gente que tenía estudiado a mi primo o a la familia o alguien cercano que conocía el teje y maneje de sus movimientos y quiso hacerle el daño con otras personas para no ensuciarse las manos.
Pero bueno, gracias a Dios ya está en la casa haciendo unas diligencias de sus papeles y ya estamos un poco más tranquilos”, concluyó el primo de don Homer.
PERIODISTA: Josué Castro Chavez
CRÉDITOS: Fotos: Herbert Arley
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Viernes 30 Julio, 2021
HORA: 12:00 AM
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