Soy un hombre divorciado de 39 años. Me divorcié antes de la pandemia y he estado todo este tiempo sin pareja y eso para mí ha sido muy difícil. He leído muchos libros de autoayuda que hablan de lo beneficiosa que es la soledad, pero he pasado todos estos meses solo y ha sido horrible. No es que me deprima, o quiera suicidarme, pero la vida en pareja para mí es muy importante. En esos libros dicen que solo los inmaduros y dependientes necesitan estar siempre con otra persona y quiero saber su opinión.
La soledad se ha sobrevalorado y también ha sido mal entendida en ciertas élites sociales, quienes se fundamentan en ciertos libros que hacen eco de esta forma de interpretar la soledad. En realidad, el hombre es ante todo un ser social, y como tal necesitamos el contacto humano a múltiples niveles. Tener amigos, mantener relaciones cordiales y afectivas con los familiares y contar con una relación de pareja gratificante son necesidades emocionales básicas que siempre debemos satisfacer.
La soledad es muy producente cuando es optativa, cuando gozando de un mundo emocional pleno deseamos tener un tiempo para meditar, reflexionar y pensar sobre las diversas facetas de la vida. Pero cuando la soledad se convierte en una condición impuesta que va más allá de nuestros deseos y nos priva de las relaciones afectivas, se convierte en una situación desagradable y amarga.
La pandemia ha condicionado que muchas personas, entre ellos en quienes estaban recién separados, hayan tenido que enfrentar largos periodos de soledad en el nombre de las medidas biopreventivas. Hoy que contamos con los esquemas de vacunación, es un buen momento para abrir mundos, salir con amigos, visitar familiares y conocer nuevas personas para que así Cupido pueda hacer su trabajo.
PERIODISTA:
CRÉDITOS: Dr. Mauro Fernández
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Miércoles 21 Julio, 2021
HORA: 12:00 AM
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