Soy una mujer casada de 31 años. Mi esposo se quedó sin trabajo y yo estoy a medio tiempo. Por eso estamos viviendo con mi familia. Mi papá y mi mamá quieren mucho a mi esposo, pero conmigo por todo están discutiendo. Llevamos cinco meses así y eso me ha afectado mucho, siempre estoy indispuesta y siento que no tengo la privacidad de la que antes disfrutaba. Eso me ha perjudicado en lo sexual y hasta a veces trato mal a mi marido.
La pandemia ha cambiado en menor o mayor grado la vida de todos, particularmente la cuarentena y las diversas medidas restrictivas de tipo biopreventivas han provocado una debacle económica para muchas familias, lo que ha significado un descenso importante de la calidad de vida. Afortunadamente la solidaridad ha salido a relucir y familiares, compañeros y amigos se han dado la mano y eso nos ha permitido, como país, salir adelante.
Sin embargo, algunas veces, el acercamiento con algunos miembros de la familia puede reavivar ciertas diferencias o disputas del pasado y provocar problemas en el convivio cotidiano. Ante estas circunstancias es importante que todos seamos condescendientes, y en la medida de lo posible evitar cualquier roce, sobre todo porque la mayoría de los diferendos suelen ser por cosas banales. En algunos casos, no cabe duda que lograr una interacción sana y positiva con algunas personas puede superar nuestras capacidades y lo prudente es buscar ayuda profesional.
Recordemos que es momento de estar por encima de nuestro pasado, es momento de superar esas pequeñeces que nos separan de los seres queridos, es momento de hacer todo lo que sea necesario para superar de la mejor manera estos tiempos difíciles y sobre todo para no caer en las provocaciones que recibimos de nuestro entorno.
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CRÉDITOS: Dr. Mauro Fernández
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Sábado 12 Junio, 2021
HORA: 12:00 AM
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