Diario Extra - 'Acuerdo con el FMI es necesario'

La liberacionista Silvia Hernández Sánchez asume la presidencia del Congreso en el último periodo legislativo de la presente administración, con el compromiso de abrir el diálogo con las fracciones en un momento coyuntural para el país, con la negociación con el FMI y en medio de la lucha electoral. En esta entrevista responde a esa disyuntiva y el manejo que aplicará desde la cabeza del Primer Poder de la República.
¿Por qué nace su interés de aspirar a la presidencia?
-Yo no puedo omitir la ilusión y la oportunidad que en un mismo período constitucional dos mujeres presidan la Asamblea Legislativa. Más allá de un tema de simbolismos, de un tema de mayor participación política de las mujeres, me llena de gran ilusión.
¿Hay un tema de ego o de vanidad también?
-Va muy ligado más bien al honor y orgullo de ser la cuarta mujer en casi 200 años de vida como República en tener ese puesto. Es un gran honor, un privilegio.
¿Por qué ahora en el último año, que además es electoral?
-Yo estoy convencida de que a pesar de ser un año electoral con mecánicas muy distintas comparadas con otros años, la pandemia va a cobrar un efecto donde el cálculo electoral más bien se va a medir por las respuestas de quienes son hoy candidatos dentro de la Asamblea y de quienes no lo somos. Bajo esa consigna espero que este año tenga mayores elementos de productividad comparados con las dinámicas propias de un proceso democrático.
¿Cómo amarró la presidencia, la negociación fue fácil o difícil?
-Primero esperé siempre a que se hiciera la designación de la fracción, tal vez hice algún sondeo rápido, pero no me anticipé a tener conversaciones más serias al haber tres candidatos a lo interno de la bancada. No voy a engañar que desde la oposición hubo una rápida recepción de mi designación. Yo lo que hice fue comenzar a dialogar con los que hemos conformado los distintos directorios y evitar cambios bruscos para no crear incertidumbre. Eso es lo que he venido haciendo y se me facilitó el respaldo de los diputados independientes, así como el hecho de que he trabajado con ellos en muchas comisiones y se hizo más cercana la posibilidad de conversar con más apertura.
¿Le sorprendió la decisión del PAC de apoyar a la socialcristiana María Vita Monge?
-Nosotros conversamos, digo mi fracción con el oficialismo. Sobre la decisión de ellos sí me sorprende lo siguiente, alegar que quedan fuera porque hay la intención de conformar un grupo de oposición. Yo no comparto esa idea porque si hay una Asamblea que ha reinventado el concepto de oposición y por lo que hemos sido incluso señalados ha sido esta Asamblea. Quienes hablan de oposición piensan en trabas y politiquería; nosotros entendemos la oposición como un conjunto de actores multipartidistas con un objetivo común que es dar respuestas post pandemia.
Un rumor es que ustedes quieren sacar al PAC de las presidencias de las comisiones. ¿Es así?
-No, eso es falso. Me parece que es una excusa falsa e incorrecta, porque hay una representación de pesos y contrapesos que son propias de la cantidad de diputados que tengan las fracciones. Eso pasa por una negociación de las jefaturas de fracción con la presidencia del Congreso y hay una enorme tendencia a respetar las decisiones que toman los jefes de fracción para los acomodos internos de sus bancadas.
¿Cómo será la negociación con el gobierno?
-Después del 1° de mayo esta Asamblea Legislativa tiene dos realidades, la primera es que tiene 6 meses de sesiones extraordinarias (donde el gobierno impone la agenda de proyectos) en distintos momentos. Eso significa inevitablemente, en el buen sentido de la palabra, que debe existir una coordinación con el gobierno y la fracción oficialista. No puede existir una renuncia por parte de la fracción de gobierno a un ‘me lavo las manos si sale bien o sale mal’. Por supuesto que hay mucho en apuesta para el país y hay una agenda importante donde es imposible de parte de ellos renunciar a esa negociación permanente.
¿Y el otro momento clave?
-Del lado de los diputados sigo convencida que los cálculos electorales de otros años serán medidos distintos, la gente estará pendiente a qué tanto responde la Asamblea o no a temas claves, porque la mirada estará ahí. Entonces es imposible pensar que nos vamos a desvincular unos de otros y obligará a la presidencia de la Asamblea a mantener esa comunicación y negociación.
Cuando usted menciona que el Gobierno debe estar ahí en la negociación, ¿a quién se refiere, a la ministra de la Presidencia o al ministro de Hacienda?
-Y al Presidente (Carlos Alvarado). La elección de un Directorio Legislativo nunca ha sido ajena al presidente de la República, es un tema vital, si se cree lo contrario sería estar muy desubicado.
¿Existe el respaldo para aprobar desde su fracción los otros proyectos negociados con el FMI?
-No hay de momento ninguna negociación, ni de mi parte como presidenta, más allá de creer que hay dos premisas que son ciertas desde mi punto de vista, la primera que yo estoy convencida que el acuerdo con el FMI es necesario, estoy clara que la propuesta presenta problemáticas y hay que decirlo.
¿Qué problemáticas?
-Primero en la redacción propia de los proyectos, todos tienen problemas. Desde cosas que son buenas como migrar a una configuración de renta global, pero la redacción del texto tiene problemas de abordaje. Y lo otro es que nadie puede negar y no puedo ser ilusa, en que hay una cantidad importante de diputados que abiertamente y en mucha anticipación que han señalado que no aprobarán impuestos. Son realidades sobre la mesa que yo no uso de excusa y que implica que la coordinación para propiciar un diálogo para ver si se logran esos acuerdos yo lo voy a hacer e intentar, pero detrás debe el Gobierno jugar un rol protagónico, de lo contrario lo que hizo fue escribir una lista de deseos y buenas intenciones que nunca se van a materializar.
En cuanto al manejo del plenario, ¿cómo manejará el tema de permisos, el uso de la palabra y diputados precandidatos?
-Bueno, es una dinámica que este año será muy similar a lo que ha sucedido hasta hoy. Cualquier presidencia debe estar balanceada donde no se facilite el rompimiento del quórum por la cantidad de permisos que se otorgan y que se generen debates acalorados y explosivos por una falta de transparencia sobre lo que se va discutir. La coordinación del plenario va mucho más allá de lo que ahí ocurre, es todo lo que pasa antes y después, por eso es una labor desgastante que requiere un gran compromiso para que todo fluya.
¿Qué manejo piensa hacer sobre las sesiones de mañana y la tarde?
-Yo vislumbro un escenario complejo a lo interno y externo de la Asamblea Legislativa. También siento una enorme preocupación y tensión de los funcionarios del Congreso versus una realidad que nadie puede negar, que no se pueden realizar las sesiones virtuales por unos detalles que hay que resolver, pero mientras la gente espera acciones y respuestas de nosotros. Entonces los diputados no van al plenario ni hacen sesiones virtuales porque los funcionarios están preocupados legítimamente, es un panorama complejo, eso está sin resolver y habrá que buscar una solución.
¿Y usted ha pensado en alguna propuesta?
-En el caso de las sesiones se puede pensar en un modelo donde se sesione solo tres horas, pero de lunes a viernes, por ejemplo. Pero claro, eso pasará por una voluntad de las fuerzas políticas. Yo trataré de poner algunas propuestas sobre la mesa para ayudar en ese debate y negociación. Tengo claro que hay tensión entre los mismos diputados de someterse a sesiones muy largas al mismo tiempo que la gente quiere que se discutan temáticas importantes.
¿Se le ofreció la presidencia de la Comisión de Ingreso y Gasto a Jonathan Prendas para que le dieran el respaldo?
-Que dicha que pregunta eso porque se ha querido generar una información equivocada. Con los compañeros que se han acercaron a hablar de comisiones yo he sido muy clara en que respetaré lo que traigan a la mesa las representaciones de cada fuerza política. Ellos (el grupo de independientes de Nueva República) fueron claros en que lo que quieren es mantener (en comisiones) lo que hoy ya tienen y le han querido meter morbo a eso. El diputado Prendas lleva tres años de estar en Ingreso y Gasto. Me parece entonces que se quiere deslegitimar bajo el argumento de generar una excusa de por qué no se dio un apoyo y eso me parece lamentable y mezquino.
¿Su afiliación política electoral podría incidir en su rol como presidenta del Congreso?
-Para nadie es un secreto que la contienda electoral a partir de febrero en otros momentos significaba que quien quedaba electo intentaba que su fracción moviera algunos proyectos que son parte de una oferta electoral. La realidad de este país es que es casi imposible no ir a segunda ronda y cada vez es más difícil que el presidente electo influya en la agenda legislativa.
¿Usted es cercana a José María Figueres?
-Mire, yo tengo un candidato de preferencia ya resuelto por muchas razones, pero con total transparencia no lo voy a revelar, porque al existir a lo interno de mi fracción una dinámica donde dos diputados que aspiran a la presidencia de la República, yo me voy a mantener muy neutral hasta que esa decisión se dé en el mes de junio.