Soy un hombre soltero de 34 años. Soy tico, pero vivo en el extranjero. No tengo pareja y por el tipo de vida que llevo no puedo tener una relación formal y estable, así que contrato mujeres de vez en cuando para tener relaciones. Un día leyendo su página me surgió la duda de si las mujeres prepago disfrutan las relaciones sexuales con sus clientes; es decir, si ellas llegan al orgasmo o solo fingen.
Son pocas las investigaciones científicas que se abocan a estudiar a fondo la vida sexual de los hombres y mujeres que se dedican a una actividad sexual remunerada. Los estigmas sociales imperantes siguen vigentes al día de hoy, de tal forma que en la mayoría de los casos es una actividad encubierta, lo cual dificulta su estudio y su análisis.
Algunas investigaciones, algunos relatos y muchas biografías mencionan que estas personas cuando tienen relaciones sexuales se centran más en complacer al cliente que en complacerse a sí mismas; es decir, su labor no es disfrutar el acto sexual, sino producir ese deleite por el que se les paga.
Por esa razón optan por ropas, gestos y vocablos que no revelan sus preferencias, sino que tratan de acercarse al estereotipo sexuado del momento. Muchas de estas personas son claras al señalar que su vida íntima, en la esfera personal, suele ser radicalmente diferente a lo que viven en el ámbito laboral.
Recordemos además que, en términos generales, es el cliente el que escoge con base en sus gustos a el o la trabajadora sexual y no al revés, de tal forma que con frecuencia se tiene relaciones sexuales con personas que no son del total agrado, muchas veces bruscos, grotescos, vulgares, agresivos y soeces. Aun cuando muchos se imaginan lo que muestran las películas, la verdad es que rara vez acude Richard Gere, el de “Mujer Bonita”.
PERIODISTA:
CRÉDITOS: Dr. Mauro Fernández
EMAIL:
Viernes 12 Marzo, 2021
HORA: 12:00 AM
SIGUIENTE NOTICIA