Burdeos. (AFP)- Por primera vez en Francia, un emprendedor de la famosa región vinícola de Burdeos (suroeste) se ha lanzado a mezclar vino con CBD, una relajante molécula presente en el cannabis cuya comercialización ha estallado en los últimos años.
"A los efectos clásicos del alcohol se le suma un relajante", explica Raphaël De Pablo, la cara visible de esta iniciativa bautizada como Burdi W, "un vino de entrante divertido" como lo presentan, destinado a "romper los códigos tradicionales del vino".
A sus 28 años, De Pablo se asoció con un amigo enólogo para encontrar "el ensamblaje perfecto" entre vino y cannabidiol (CBD).
Al añadirle esta molécula del cannabis, el producto final deja jurídicamente de ser vino y pasa a ser "una bebida aromatizada a base de vino".
El cáñamo utilizado en la fabricación se recoge en una parcela explotada por este emprendedor y es a continuación enviada a Alemania para extraer en un laboratorio "el conjunto de moléculas de CBD", una práctica prohibida en Francia, explica De Pablo.
La ley francesa solo autoriza el cultivo y comercialización de las fibras y los granos del cáñamo. La explotación de las hojas y las flores de la planta está prohibida.
"Mi cannabis está certificado del grano al producto final", afirma Raphaël De Pablo, que siguió una formación durante dos años en Canadá de producción de cannabis terapéutico.
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Jueves 25 Febrero, 2021
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