“Hay que entender entonces que esta edificación, que hoy declaramos inaugurada, es la mejor representación del pueblo costarricense; por ello, podemos entender este edificio como la casa del pueblo costarricense”.
Esa fue una de las frases que expresó en su discurso el presidente de la Asamblea Legislativa, Eduardo Cruickshank, este miércoles en el acto oficial de inauguración del nuevo edificio del Congreso.
Cruickshank dio su discurso junto al mandatario Carlos Alvarado Quesada; el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Fernando Cruz Castro; y el jerarca del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), Luis Antonio Sobrado, encerrados en el nuevo Salón de Expresidentes de la República.
Paradójicamente afuera, cercado por vallas y resguardado por oficiales de la Fuerza Pública, un numeroso grupo de representantes de las universidades públicas se manifestaban contra la Ley de Empleo Público que se discute dentro de las paredes del edificio legislativo.
Hasta la música de la Orquesta Sinfónica Nacional (invitada al acto inaugural) sirvió para aplacar los cantos de los universitarios y que la molestia no llegara a los oídos de los supremos poderes, ni del resto de parlamentarios y otros jerarcas que escuchaban parsimoniosos los pomposos discursos.
La ciudadanía aún no tiene permitido el acceso al inmueble y, aunque los congresistas sesionan hace cuatro meses ahí, la barra del público sigue sin estrenarse, debido a las disposiciones por la pandemia del Covid-19.
TRISTE ESPECTÁCULO
José María Villalta, del Frente Amplio (FA), describió lo realizado como un “lamentable y triste el espectáculo”, donde había dos discursos separados de la realidad.
“En el Salón de Expresidentes escondidos, encerrados, rodeados de policías, para que no se acerque nadie del pueblo, el presidente del Congreso diciendo que esta es la casa del pueblo, que este edificio es de ustedes, pero al mismo tiempo como nunca antes ha estado la Asamblea Legislativa tan lejos de los habitantes”, comentó el frenteamplista.
LA PLACA QUE SÍ ERA
El presidente Alvarado y los diputados lo que develaron en el acto fue una placa que donó la empresa constructora del edificio. La misma placa que el lunes trascendió tenía varios errores ortográficos.
A pesar de que Karla Granados, jefa de Prensa y Protocolo del Congreso, dijo que era una “placa borrador” y la que se iba a develar ayer no tendría los errores, no pudieron corregir uno: el nombre del parlamentario Otto Roberto Vargas Víquez, segundo prosecretario del Directorio legislativo, ya que no incluyeron su primer nombre.
La placa incluye el nombre del arquitecto de la obra, Javier Salinas, y el logo de la empresa constructora, además los nombres de los seis miembros del actual Directorio legislativo. “Un teatro vergonzoso que inauguren una placa para hacerse autobombo”, agregó Villalta sobre el tema.
“Una obra tan cara y pagada por la gente de sus impuestos no tiene por qué llevar los nombres de ningún diputado (ni funcionario) en particular. En media pandemia resulta chocante”, comentó la oficialista Paola Vega en sus redes sociales.
Incluso la placa tuvo que ser develada dentro del salón porque, si bien debe ser colocada en una de las paredes de la plazoleta principal, los altos jerarcas prefirieron evitar el espectáculo frente a la multitud de manifestantes.
El edificio legislativo tuvo un costo de ¢83 mil millones y la administración de la Asamblea pagará ¢1.200 millones por mes durante 14 años al Banco de Costa Rica, quien es el dueño del inmueble.
Se comenzó a construir el 7 de marzo de 2018. La nueva sede del Parlamento cubre un área de 51 mil metros cuadrados y cuenta con 21 pisos, 4 de los cuales son subterráneos, mientras que los 17 restantes se ubican sobre la torre de concreto.
ALVARADO PASÓ DE LARGO
Una vez más las restricciones para el trabajo de la prensa se presentaron en la cobertura de este evento.
La oficina de Prensa y Protocolo del Congreso dio órdenes a la seguridad interna de la Asamblea para limitar a los periodistas, controlando incluso sus movimientos bajo la excusa de la pandemia.
Además, el presidente Carlos Alvarado literalmente se escondió de la prensa y aunque se indicó que tras finalizado el acto iba a atender consultas, nunca llegó, pues lo sacaron por una puerta trasera.
La que sí dio la cara fue la ministra de la Presidencia, Geannina Dinarte, quien le echó la culpa al protocolo del Congreso.
“Fue por protocolo que se estableció la salida del presidente”, manifestó.
PERIODISTA: Bharley Quirós Navarro
CRÉDITOS: Fotos: Herbert Arley
EMAIL: [email protected]
Jueves 25 Febrero, 2021
HORA: 12:00 AM
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