Tarrazo antidemocrático

Lic. Alfonso Estevanovich González

La propuesta de don Oscar Arias a don José María Figueres (luego será a don Rolando Araya) para que no participe en la convención del PLN, contradice su posición de los años ochenta.
En aquella ocasión él rechazó lo que se denominó la "fórmula mágica" que lo excluía.
Argumentó (con justa razón), que le correspondía exclusivamente al electorado liberacionista escoger a su candidato. Luego se presentó a la contienda interna sin muletas y sin padrinos.
El pueblo de Costa Rica le profesa a don Oscar Arias agradecimiento, respeto y admiración. Los liberacionistas sentimos hacia su persona un gran cariño, incluso probado cuando lo abrazamos en señal de defensa en la ya superada situación personal.
Entendemos eso sí, que Liberación somos todos. Esa es una de las sabias enseñanzas de don Pepe y la historia recoge una frase sagrada, "estamos todos".
En ese contexto, resulta sorprendente el intento del expresidente don Óscar Arias por descarrilar la precandidatura del también expresidente don José María Figueres.
(Acto primero de la obra, luego vendrá don Rolando Araya)
El argumento no es aceptable y lo reforzó con el veneno de siempre, el periódico La Nación, "a Figueres los números no le dan".
Todos sabemos que, en política, dos más dos no son cuatro y los números de hoy no necesariamente serán los mismos de mañana.
La aritmética electoral puede cambiar con una estrategia de campaña bien diseñada.
Tampoco le daban los números a nuestro querido don Óscar en diciembre de 1985. Estaba perdiendo la elección y con "velas, timón, brújula, visión y coraje", un partido ilusionado y un pueblo comprensivo, enderezó la campaña, ganó la elección y el PLN obtuvo mayoría parlamentaria.
Nuevamente en el 2006, el PLN unido lo llevó a la Presidencia de la República
El margen fue muy estrecho, menos de 19 mil votos, pero ganó.
Se demostró que Liberación Nacional gana las elecciones que quiere ganar, siempre y cuando se presente unido.
En esta ocasión el errático juego de dominó, tuvo un movimiento en falso. Calculó mal su globo de ensayo.
Primero Figueres, luego Rolando Araya y así sucesivamente (sin incluir a don Antonio Álvarez) hasta despejar el escenario. Entonces, aparecerá la fórmula mágica. Esta vez, vez su pifia tuvo un efecto contrario a lo que buscaba.
Don Óscar tocó la fibra liberacionisra, igual que en aquella ocasión un desacertado dirigente de la oposición nos dijo "choriceros".
Cuando se toca a un perico, pica. Cuando se alborota una bandada de pericos, pican y pican y muy fuerte.
Estimado don Óscar, en el PLN lo queremos mucho. Ese cariño debe ser de doble vía. Desde Varikyno un fuerte abrazo.

*Comunicador y politólogo
Diputado 86/90