Diario Extra - Límites en los hijos

CONSULTA
Mauricio, tengo dos hijos, uno está en la etapa de niñez y el otro es ya un adolescente. Se me está haciendo difícil manejarlos, mi pareja me dice que es falta de límites, pero nunca he entendido bien este tema. Me gustaría que me ayude a aclararlo. Gracias.

RESPUESTA
Permítame iniciar con esta frase mía:
“Los hijos verán los límites si les indica exactamente dónde está la línea, los obedecerán si los padres se los enseñan, demandan y modelan. Los límites se mantendrán funcionales si los padres se mantienen firmes, y es ahí, ya sembrados los límites en sus corazones, donde ese principio se hace eterno, los transforma y los acompaña toda su vida”.
Los límites son necesarios y definitivamente no son opcionales, si no se colocan las relaciones terminan en desastre, por eso, para que las relaciones con los hijos se mantengan sanas deben existir límites. Estos a la vez deben de ser muy específicos y claros a la hora de colocarlos. Los límites aumentan su autoestima y les agrega más porcentaje de tener más éxito en su vida futura.
LOS LÍMITES FORMAN:
1. Seguridad: Aunque no lo crea, una forma en que se le da seguridad a un niño es cuando como padres se le enseña a caminar por la vida con límites, sabiendo qué puede hacer y qué no puede hacer; qué está permitido y qué no está permitido. Hay que saber, además, que los niños tratarán de traspasar ese límite porque es su manera de saber cuál es. Y va a probar si lo que le dijimos lo cumpliremos. Si no ejercemos el mensaje, entenderá: “mamá o papá dice que no se juega, pero se puede jugar”.
2. Protección: Los límites protegen el hogar de las malas conductas de los hijos para que estos no lo desestabilicen, también cumplen la función de protegerlos de sí mismos, los resguarda de esas decisiones y conductas negativas que quieren tomar cuando son niños y adolescentes.
3. Afrontar con éxito las situaciones sociales: Porque algo que enseñan los límites es a respetar el derecho del otro, cuando limitamos a nuestros hijos, les enseñamos que para todo hay una línea, y que cuando tratamos de pasar esa barrera se encuentran los derechos de otro, que no debemos invadir.
4. Autocontrol: Aprenden la responsabilidad de la propia conducta, aprenden a funcionar sabiendo que uno hace algo y todo lo que uno hace tiene su consecuencia. Aprenden a aceptar la responsabilidad de sus actos y a autocorregirse y a controlarse a sí mismo para no tener malas conductas.
6. Desarrollo moral: Les ayuda comprender las conductas buenas y malas de su personalidad, las cosas permitidas y las cosas no permitidas en la familia y la sociedad, lo cual es fundamental para su desarrollo moral. Los limites funcionan como un freno de mano en el corazón del hijo cuando sea tentado a hacer algo malo.
7. Responsabilidad consigo mismo: El límite les hace conocer aquellas partes oscuras y claras de su interior y qué cosas de su conducta puede afectar a los demás y a ellos, esto les ayuda a desarrollar una actitud de responsabilizarse de cada decisión que toman y confrontar la consecuencia y esta a su vez le enseña a tener cuidado y pensar dos veces antes de actuar.
8. Autodisciplina: Es la que se impone a sí mismo tras haberla interiorizado a través de la práctica diaria por medio de los límites. La responsabilidad ejercida por iniciativa propia a partir de las elecciones que haga el niño le lleva a la independencia y a la autorregulación de su propia conducta.
Al final ese es el objetivo, que sea independiente y capaz de autorregular su conducta, que no necesite a mamá o a papá toda la vida para decirle qué está bien y qué está mal, qué se puede hacer y qué no se puede hacer, pues el límite le ayuda a construir un criterio sano.

*Consejero familiar
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