El país no genera condiciones atractivas para la industria y eso pudo pesar en el cierre de operaciones de Lala, según los empresarios del sector de alimentos.
A su criterio, esto debería representar un llamado de atención para el gobierno sobre lo que no está haciendo bien.
De acuerdo con Maurizio Musmanni, presidente ejecutivo de la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (Cacia), la coyuntura impone el deber de señalar aquellas razones por las cuales las compañías no quieran arraigarse en Costa Rica.
“Al igual que cualquier sector productivo, la industria alimentaria demanda acción y coherencia en la política pública, las cuales son características ausentes de nuestra actual coyuntura política y económica”, declaró.
DESMOTIVADOS
Los empresarios reprochan los “escasos” avances en materia de apertura de mercados energéticos, en procura de tarifas competitivas internacionalmente y sostenibles en el largo plazo.
También lamentan el debilitamiento de la política comercial del país, que en su opinión dejó de buscar una mayor transparencia, mejora logística, seguridad, eficiencia de pasos aduaneros, coherencia y armonización regulatoria y libertad del comercio regional centroamericano.
De igual modo consideran que hay una mala utilización de los mecanismos de defensa comercial, los cuales son sustituidos por criterios políticos que en sus palabras terminan reduciendo la competencia en productos esenciales en la cadena de abastecimiento, como es el caso del azúcar.
“Nos impacta la insensibilidad del gobierno ante la necesidad de eliminar las distorsiones en los sistemas de precios de alimentos de diversa índole, causada por la política de regulación de precios del arroz”, indicó Musmanni.
INFLEXIBLES
Otros temas en que el gobierno queda debiendo son la flexibilización para la contratación laboral mediante políticas de reducción de las cargas sociales y el pago de las contribuciones a la Caja Costarricense de Seguro Social según la carga laboral de la persona trabajadora. “La incertidumbre antiinversión, coyunturas y manejos políticos envuelven al país en diálogos improductivos que no generan soluciones a los profundos problemas estructurales de la economía y que instalan el debate nacional en un potencial default financiero con enormes consecuencias socioeconómicas para el país”, advirtió Musmanni.
Por su parte, Carlos Montenegro, director ejecutivo de la Cámara de Industrias, calificó de lamentable que en momentos cuando se requiere reactivación económica y generación de empleo se produzca el cierre del Grupo Lala, que traslada sus operaciones a otros países.
“El país ha perdido competitividad y esto debe ser un llamado de alerta a nuestras autoridades responsables de apoyar la competitividad del país. Es necesario mantener un ambiente que favorezca la posibilidad de emprender, de invertir y hacer negocios.
Sin embargo, vemos que se tarda mucho en tomar las decisiones, como si no estuviésemos ante una crisis fiscal, económica y de salud. No hay sentido de urgencia”, destacó.
Carlos Montenegro
Director ejecutivo Cámara de Industrias
“Vemos que se tarda mucho en tomar las decisiones, como si no estuviésemos ante una crisis fiscal, económica y de salud. No hay sentido de urgencia”.
Maurizio Musmanni
Presidente Cacia
“Manejos políticos que envuelven al país en diálogos improductivos no generan soluciones a los profundos problemas estructurales de la economía. Demandamos acción y coherencia en la política pública”.
PERIODISTA: María Siu Lanzas
CRÉDITOS: Fotos: Archivo
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Jueves 03 Diciembre, 2020
HORA: 12:00 AM
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