Diario Extra - Carlos Plata: 'El músico en Costa Rica tiene hambre'

Una de las grandes leyendas de la música costarricense es Carlos Eduardo Montero, mejor conocido como Carlos Plata, quien visitó DIARIO EXTRA para hablar de su gran tributo a Gilberto Hernández, tras grabar un disco con sus mejores temas. Plata aprovechó para dar una entrevista a Extra TV en “El Show de Ariel” y, claro, también para el Diario del Pueblo. Cómo olvidar su paso por La Empresa en los ochenta, con temas como “El Vacilón”, “Leonor” y “Quién podrá quererte”.

¿Tiene un homenaje a Gilberto Hernández?
- Gilberto Hernández es muy representativo para mí como para todos los artistas de Costa Rica. Es una institución. A cualquier artista de este país le encantaría hacerle un homenaje, pero me les adelanté. Hice un homenaje a la carrera de mi gran amigo Gilberto Hernández. Es un disco con 12 grandes éxitos, con temas muy importantes como “Camas separadas” y “Tarjeta roja”, entre otras.
¿Qué aprendió usted de Gilberto Hernández?
- Yo aprendí su profesionalismo.
¿Los tapis?
- (Risas). Eso no, nunca los aprendí. Sí le gustaba mucho el “tamarindo”, me decía el gran amigo, ya en paz descanse: “Carlitos, vieras cómo me gustaba tomarme los tamarindos allá en Los Baños de Puntarenas”.
Aparte de su excelencia en la música, ¿era borracho y mujeriego?
- (Risas). Al maestro, por su condición de artista, se le facilitaba todas esas cosas. Hay que recordar que no solo triunfó en Costa Rica sino en muchas partes del mundo, como en Colombia, Ecuador, Bolivia y Chile. Mujeres y el traguito eran parte de su vida.
¿Cuántos hijos tuvo el maestro?
- No lo preciso, pero que yo sepa entre 8 a 9 hijos.
¿Usted qué heredó de Gilberto? ¿Las doñas o el trago?
- (Risas). Nada de eso, más tranquilo.
Usted lleva 50 años en la música. ¿Qué le dejó ese medio siglo?
- Experiencias maravillosas, la música me ha dado demasiado en todo, en la vida, menos en lo económico, también en los temas familiares, pues he tenido cinco matrimonios.
¿Cuántos hijos?
- Nueve hijos y ocho nietos.
Pero usted le hace honor a Gilberto…
- (Risas y más risas). Podría ser, pero la verdad es que he tenido mala suerte con las mujeres. He tenido varias, pero cualquiera diría “qué dichoso”, pero qué va, eso no da paz, pues uno se va enredando y pierde la paz.
¿Fuera del matrimonio?
- Tres hijos, pero con mi actual pareja no tengo hijos. Yo creo que uno cambia con el tiempo. Mi actual esposa me ha ayudado tanto. Ella se llama Liliana Obando.
Usted fue tremendo…
- (Risas y más risas). Para qué le voy a mentir, si es cierto.
Hace 40 años, tener esa familia para un artista era un honor, ¿ahora es un gran problema?
- Exacto, es mucho problema. Hace 40 años había 400 salones de baile a nivel nacional, los grupos musicales eran orquestados y tenían muchas opciones de trabajo, a montones. Una vez hicimos un lapso de trabajo para el grupo La Empresa, duré fuera de la casa tres meses.
¿Ni escala?
- Nada, y en esos tiempos me acuerdo que Los Hicsos hicieron una gira que duró tres meses. Yo llegaba a la casa y decía “hola, mi amor” y salía a los cinco minutos y le decía, “adiós, mi amor”.
¿Cuál es su canción bandera, que todos lo recuerdan?
- Con La Empresa, “El vacilón”, “Leonor” y “Quién podrá quererte”.
¿Y “Latino soy”?
- Es de Erick Torres, que se fue para Estados Unidos y me la regaló a mí para cantarla. Es original de Álvaro Soto Lamas.
¿Hizo plata?
- No, primero éramos un ente comercial, una empresa, había que sacar los recursos para pagarle a los administrativos, músicos y técnicos, además pagar las deudas, pues hay que invertir en equipos. Yo creo que ninguno de mis compañeros ni este servidor hizo plata.
¿Y como solista?
- Gracias a la tecnología, hay mucha gente que se la juega. Cantando quizás en karaoke, al día siguiente se hacen llamar cantantes. No tienen una carrera definida. En mi caso, yo sí tomo la tecnología, tengo el talento, la experiencia. Ser solita me dio el carro, mi casa y mi equipo.
¿Y solista en pandemia?
- En este momento no se está trabajando.
¿Hay hambre en la música?
- Efectivamente, hay mucha hambre en la música por la pandemia, no se puede trabajar, está muy difícil. Existen personas que trabajan ayudando a los artistas, como Carlos Gutiérrez “Pitusa” o Coro Producciones, que tratan de hablar con el Ministerio de Cultura para que nos permita trabajar.
Si no ha podido cantar, ¿de qué vive?
- Estoy haciendo Uber, pues compré carrito. Días definidos, martes, miércoles, jueves y viernes.
¿Funciona?
- Claro, compramos el arroz y los frijoles, que no es lo que debiera, mi esposa me mete el hombro, ella es pensionada.
¿Le dieron el bono Proteger?
- Me lo dieron, gracias a Dios.
¿No lo gastó en una pantalla?
- (Risas y más risas). En pagar cosas de la casa: comida, agua, luz y teléfono.
¿Por qué Carlos Plata?
- Cuando yo trabajé con Kike de Heredia, me acuerdo que fuimos al Festival de la Calle 8 en Miami. Eso fue hace como 30 años aproximadamente. Nos contactamos con Gerardo Zúñiga, un locutor de acá que estaba allá. Me acuerdo que apoyó mucho a Kike y luego me dice: “Carlitos quiero que venga a trabajar acá”. Me acuerdo que volví al país y Ramón “Moncho” Coll me regaló el tiquete de avión y me fui para allá. Me fui con Edwing Marín de Relación, que iba a masterizar un disco. Resulta que nos vamos y estuve la primera semana muriéndome de hambre, mucha competencia. Me acuerdo que hicimos una reunión con Marcelo Flores (“Boca Pecadora”) junto a Gerardo Zúñiga y llegó Lucho Monge. Preparamos una gira, pero me dice: “Carlos Eduardo Montero es muy largo y decir Negro Montero tampoco, pues en Estados Unidos no se puede usar esos motes, por temas raciales es despectivo”. Me acuerdo que atrás había un póster de un cantautor cubano que llamaba Julio Platas. Y así quedé Carlos Plata.
¿Qué se hizo “Carnita”, vocalista estrella del Grupo Carnaval de Kike de Heredia?
- Carnita se hizo famoso con “Al Rojo Vivo”. Carnita es único, mi querido Jorge “Carnita” Rodríguez es fenomenal. Trabaja en Guanacaste con su grupo en un hotel.
¿Algún caso de un cantante que la esté pasando mal, muy mal?
- Yo quisiera ayudarlos a todos, no porque no quisiera, pero es que no puedo. Creo que, si la Presidencia o el ente encargado no se apura, vamos a tener complicaciones muy grandes.
¿Alguna anécdota con licor y mujeres?
- Va una: hace años, allá donde estaba La Galera, tocaban todos los viernes Los Hicsos. Alternaban con Codokán, yo estaba con esa agrupación, que me trajo por cierto que Quepos. Fue el grupo que me abrió la puerta. La fila de carros era de Tres Ríos a La Galera, enorme. Álvaro Sanabria, que era el presidente de La Corporación, era muy estricto y nos decía: “al músico que permita que otro le toque su instrumento y que no tenga nada que ver con nosotros, le corto el rabo”. Me acuerdo que se aparece un señor, me hizo quitado de las tumbas y yo reaccioné, lo hice quitado. Hizo lo mismo varias veces, le dije que me estaba comprometiendo. Cuando termino el set, veo que Gerardo Ramírez y Martina se morían de risa. Eso fue en 1976. Me acuerdo que Sanabria me dice: “si este señor quiere tocar, dejalo”. Me dice luego Gerardo, este es señor es Roberto “Mano de Piedra” Durán, el panameño. Tomaba whisky con leche.
¿La mujer más linda que ha visto?
- Olga Breeskin. Increíble, de verdad. Trabajaba con una tarántula. Perfecta. Thalía, una vez la conocí en “Siempre Domingo”, allá por 1988.
¿Cómo fue tener de yerno a Roy Solano de Repretel? ¿Cómo le fue con Roy, un gran amigo?
- (Risas). Con Roy hablé poco, me di cuenta que mi hija andaba con él cuando terminaron. Me dice mi hija: “papi yo era novia de Roy”. Muy buena persona Roy, un saludo.
A los lectores de DIARIO EXTRA, ¿qué les dice?
- Que lean DIARIO EXTRA, que escuchen Radio América, son medios que dicen la verdad y nos ponen al día de lo que realmente sucede.