La alianza entre autoridades costarricenses y panameñas permite dar una efectiva lucha contra las actividades ilegales transfronterizas en Talamanca, Limón, donde detuvieron dos embarcaciones que navegaban irregularmente por el río Sixaola con cargamentos de licores.
El primer cumplimiento se registró cuando oficiales del Servicio Nacional de Guardacostas de nuestro país y del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) de Panamá efectuaban un patrullaje acuático cerca de Chase, uno de los puntos más usados para el contrabando de mercancías y otras actividades ilícitas.
El bote tipo cayuco o canoa era tripulado por un costarricense de apellido Romero, quien llevaba a bordo mil unidades de diversos tipos de licores, tales como cervezas, wiskis, rones y cremas.
Trascendió que el río es poco profundo, por lo que se requiere para navegar botes pequeños por donde viajan personas ilegalmente, portando pequeñas cantidades de droga y el contrabando de licores, así como de otros artículos.
TIPO HORMIGA
Asimismo, horas después, oficiales de la Policía de Fronteras estaban realizando un patrullaje terrestre por la orilla costarricense del río Sixaola, a la altura del sector de Las Delicias.
Sin embargo, observaron un movimiento sospechoso de una embarcación, también tipo cayuco, la cual estaba saliendo de territorio panameño con rumbo a la margen costarricense de dicha cuenca.
La Policía de Fronteras le dio seguimiento a la lancha hasta que, al llegar a tierra, el botero y otro sujeto que lo estaba esperando empezaron a bajar la mercancía para acomodarla en la cajuela del auto. Se trataba de 576 unidades de cervezas y guaro.
El bote era operado por un ciudadano panameño de apellido Jiménez, quien por encontrarse en condición migratoria irregular fue aprehendido y remitido a la orden de la Policía de Migración.
En el caso del otro aprehendido, quien es un costarricense de apellido Jackson, su caso fue expuesto ante el Ministerio de Salud, cuyos funcionarios le giraron una orden sanitaria por proceder de otro país, del cual ingresó por un punto no habilitado para fines migratorios.
Los botes también resultaron decomisados por navegar de manera irregular, así como ninguno de los tripulantes portaba documentación alguna que comprobara el debido pago de impuestos, por lo cual los cargamentos, cuyo valor en su conjunto podría sumar ¢2 millones terminaron incautados y puestos a la orden de la Policía de Control Fiscal.