Los vecinos del cantón central de Alajuela, familiares y representantes de la Iglesia Católica dieron el último adiós a monseñor José Rafael Barquero Arce, obispo emérito de esa diócesis.
Barquero murió a los 89 años este domingo y sus funerales se efectuaron en la Catedral de Alajuela.
La misa se efectuó bajo ciertas restricciones a causa de las medidas sanitarias establecidas por el Ministerio de Salud, con el fin de evitar la propagación del Covid-19.
Durante la homilía monseñor José Francisco Ulloa Rojas, obispo emérito de Cartago, dijo que el padre Barquero fue uno de los formadores insignes que dejaron huella por su legado, su trato y disponibilidad de una manera muy especial por su testimonio sacerdotal.
Agregó que en el Seminario lo consideraron como un candidato para el obispado y que después de esas acciones el papa Juan Pablo II lo nombró obispo de la Diócesis de Alajuela.
Dijo que fue un amigo y un hermano muy querido, así como un pastor bueno con olor de oveja, tal como citó el papa Francisco.
“Era una persona sencilla, humilde y nunca presumió de nada. Siempre veía en las demás cualidades especiales. Dejó querer a todos y quiso a todos. Nunca se veía sofocado ante las dificultades y le hacían sufrir el problema de los demás. Era una persona que tenía una paz interior”, expresó.
Ulloa comentó que la muerte no quita a la persona que se quiere, especialmente para quienes les honró la amistad y hermandad por su forma de ser.
Argumentó que la huella de su vida permanecerá para siempre en la memoria y en los corazones de todos los que tuvieron la oportunidad de conocerlo.
Barquero fue obispo diocesano de Alajuela entre el 22 de diciembre de 1980 y el 3 de julio de 2007.
Sus funerales se efectuaron a las 11 a.m. de este lunes en la Catedral de Alajuela.
PERIODISTA: Greivin Granados
CRÉDITOS: Fotos: Roger Soto, corresponsal
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Martes 01 Diciembre, 2020
HORA: 12:00 AM