Soy una mujer soltera de 24 años. Yo me enamoro con facilidad, no sé por qué, pero fácilmente me involucro sentimentalmente, y soy de las que me vuelvo loca en un 2x3. No es un asunto sexual, para mí eso es secundario, simplemente siento una fuerte atracción y me doy por entero. Claro, ya a esta edad, aunque soy joven, cuando medito me doy cuenta de que me ha ido muy mal en el amor. He tenido muchas relaciones que al final terminan siendo pasajeras. He vivido muchas desilusiones.
El enamoramiento es una experiencia idílica, intensa y profunda, en la cual la atracción es tal que el individuo está dispuesto a hacer todo lo necesario por esa nueva relación. En el mejor de los casos, cuando es correspondida, se vive un romance grato y placentero que puede resultar edificante.
El problema surge cuando el enamoramiento no es correspondido, es decir, solo uno de los dos está enamorado y, aunque la otra persona puede sentirse atraída, la atracción no es tan intensa, de tal forma que rara vez logra llenar las expectativas de su pareja, lo cual conlleva a decepciones y fracasos.
Estos amores no correspondidos suelen convertirse en amores traumáticos, sufridos y dolorosos, con la limitante de que los sentimientos son tan intensos que, aun cuando se desee la ruptura, a muchos no les alcanza las fuerzas del alma para concretarlas y aunque se dan ciertas separaciones estas son transitorias, porque el apego exige la reconciliación.
Desde el punto de vista científico se recomienda que las personas enamoradas disfruten al máximo la relación, sin hacer planes a largo plazo ni tomar decisiones importantes hasta que el tiempo señale si la relación podrá llenar las expectativas de ambos.
PERIODISTA:
CRÉDITOS: Dr. Mauro Fernández
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Jueves 22 Octubre, 2020
HORA: 12:00 AM
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