Presidente... escuche
Fabio Vega
Hay comités comunales que se apuntaron al cierre de carreteras, en puntos estratégicos, bajo la convicción de no pagar más impuestos.
Comités que cuentan con la solidaridad vecinal, con aportes de alimentación y otros utensilios para sus largas jornadas diarias, bajo el sol o la lluvia, de protesta pacífica.
En Bagaces se hizo un frente común, con una población volcada a apoyar a los muchachos guiados bajo la consigna del clamor nacional, sin obedecer a banderías o afiliaciones políticas, en contra de las políticas tributarias y de soluciones cantonales.
Similar al movimiento bagaceño, salieron otros a alzar su voz ante los constantes “leñazos” a la humanidad de la clase media, mientras la privilegiada engorda al ojo del amo.
No se vale que algunos desacrediten una protesta pacífica de hombres, mujeres y jóvenes, que sin importar las inclemencias del tiempo levantaron la frente ante exprimientes futuras tasas desgarradoras al bolsillo.
Ahora es tiempo de negociar, dialogar, sin “chanchullos”, franco y abierto, como una señal de paz, y advertirle a un presidente de la República que los costarricenses no aguantaremos más su indiferencia hacia una población defensora de sus derechos.
Esta y las anteriores Administraciones han entregado el país a manos de las transnacionales. Los principales aeropuertos, autopistas y puertos están en manos extranjeras. Hemos ido perdiendo nuestras instituciones públicas y también perderemos la bolsa si no nos pellizcamos y damos la lucha desde nuestras respectivas trincheras.
El presidente de la República ya sabe que con este pueblo no se juega y que otra “chanchada de prometer y no hacer” los ticos no se lo aguantaremos.
Faltó poco para que perdiera la protección policial, lo único que le quedaba porque el respeto del pueblo a su investidura hoy no es más que un mascarón de proa, figura decorativa en Zapote, donde supuestamente una externa minoría empresarial manda. Solo sus acciones harán que este país vuelva a creer en usted, ahora es “por vos”, no por nosotros. Recupere o busque su propia salida antes de que sienta la primavera sobre su espalda.
Presidente, escuche al pueblo y no a esas voces, pertenecientes a una cuna a la que usted, por su linaje genético, no encaja. Usted es de clase media, como la mayoría de los ticos... no la pierda.
