La confianza de los pacientes donde corresponde
Dr. Oswaldo Ruiz Narváez*
¿Se sentiría usted cómodo con la idea de que profesionales sin formación en salud y clínica le realicen un examen de laboratorio? Actualmente se maneja la idea de incluir a profesionales y especialistas de biología y biotecnología, áreas definidas por organismos internacionales dentro de los rubros de ciencias naturales e ingeniería respectivamente, para ser considerados como profesionales en salud humana sin poseer atestados ni formación que los acrediten como tales.
Hacia las primeras décadas del siglo pasado, el Dr. Clodomiro Picado Twight supo reconocer la necesidad que experimentaba el país de formar profesionales que pudiesen satisfacer las necesidades en diagnóstico clínico de laboratorio. Fue así como años más tarde, gracias a los esfuerzos del Doctor Clorito, nace en la Universidad de Costa Rica la carrera de Microbiología y Química Clínica que garantiza la alta especialización del personal de salud para la atención de pacientes con un trato humanitario. Posteriormente, la creación del Colegio de Microbiólogos y Químicos Clínicos de Costa Rica se llevó a cabo a través de una de las leyes refrendadas por la Junta Fundadora de la Segunda República en el año 1949. Hoy más que nunca, la labor de las y los microbiólogos químicos clínicos continúa siendo de vital importancia al procesar las muestras y realizar análisis de exámenes de miles de costarricenses que han sufrido por el coronavirus a lo largo de esta pandemia.
Resulta necesario resguardar la calidad de nuestro sistema de salud y la calidad del trabajo que se realiza en los laboratorios clínicos ya que es la herramienta diagnóstica más utilizada por los médicos, estando presente en el 80% de las decisiones clínicas para tratar a un paciente. Para que nuestro sistema de salud siga distinguiéndose como lo ha hecho hasta hoy, es trascendental que estos centros de diagnóstico se encuentren dirigidos por profesionales competentes en su formación clínica y constante capacitación para mantenerse a la vanguardia del conocimiento y avance científico en materia de salud y bienestar humano, garantizando la continuidad no solo de los servicios de salud sino de la calidad que se merecen los y las costarricenses.
Actualmente, se encuentra en la Asamblea Legislativa el proyecto 21.840 de reforma a la Ley General de Salud, la cual pretende la inclusión de biólogos y biotecnólogos especialistas sin formación académica base en salud humana que desean ser considerados para dirigir tareas de diagnóstico y correlación clínica de resultados de pruebas realizadas en laboratorios. Esto a pesar de que las normas internacionales de la Unesco, Organización Mundial de la Salud, entre otras, no clasifican a trabajadores del área de Biología ni Biotecnología como Ciencias Médicas ni mucho menos como ciencias clínicas. Las consecuencias de relajar los requisitos de la formación académica en servicios de salud como lo pretenden los impulsadores del Proyecto de Reforma a la Ley General de Salud, claramente atentarían contra el derecho a la salud de los habitantes puesto que se abriría la posibilidad de que la responsabilidad de analizar y manipular muestras para abordaje clínico sea asumida por profesionales sin la formación necesaria.
La Ley General de Salud en Costa Rica debe conservar su espíritu de garantizar que en nuestro sistema de salud se encuentren los profesionales calificados desde su formación base para asegurar la salud de los costarricenses. Aprobar esta reforma de ley con vacíos de información, significaría anteponer los intereses gremiales de unos pocos sobre el derecho fundamental de la vida de la población costarricense.
*MSc. en Salud Pública y en Gerencia de la Salud
