El colapso moral y ético de parte de nuestra sociedad
Luis F. Carrillo Valverde*
Noticias importantes de los últimos días. Cito tres noticias sin detalles porque creo que ya los eventos no interesan. Parte de la sociedad costarricense ya perdió su capacidad de asombro, de interés, de reacción y por supuesto de respuesta porque nadie se ha manifestado sobre esto.
La primera decía que un privado de libertad, que disfrutaba de monitoreo electrónico en virtud de que usaba tobillera como medida cautelar, fue detectado recorriendo la ruta de San Isidro De Pérez Zeledón. Luego fue detectado por el Parque La Sabana ya en San José y luego se perdió su rastro.
La noticia decía que probablemente había sido recogido por una avioneta que había venido a dejar cocaína al país y que se lo había llevado para México, en virtud de su nacionalidad.
Siete días después nuestra autoridad se presentó a la casa del personaje y conversó con su compañera sentimental, quien dijo solamente que el señor se había ido, que no sabía para dónde y que ella no sabía más del asunto.
¿Qué les parece? ¿Y las autoridades qué hacían? ¿Quién lo dejó ir? ¿Y la investigación? ¿Y la ministra de Justicia y el juez de ejecución de la pena y el presidente de la Corte y el presidente de la República? Todos muy bien.
La segunda de un diario de hoy dice que en el Bajo Los Anonos, en San José, un delincuente disparó tres veces contra un joven que estaba acompañado de un niño de 2 años. El sujeto fue detenido por las autoridades y se comprobó que también tenía tobillera de monitoreo electrónico, pues goza de libertad condicional, aunque ya el OIJ lo ha pasado 17 veces a tribunales.
La ministra de Justicia, el juez de ejecución de la pena, el presidente de la Corte y el presidente de la República están todos muy bien.
Por lo anterior y otras informaciones anteriores nos damos cuenta que muchos de los grandes y peligrosos delincuentes que tenemos gozan de libertad condicional, que andan por donde les da la gana, que si incumplen con el monitoreo vamos a buscarlos una semana después y que no importa la cantidad de crímenes o fechorías que hayan hecho, todos califican para medidas cautelares. Y todos los responsables, desde la ministra hasta el último funcionario, nunca serán acusados o juzgados por incumplimiento de deberes.
La tercera de un periódico digital de hoy nos cuenta que los gremios de la Corte Suprema de Justicia le piden encarecidamente a don Fernando Cruz que, en vista de su eficiencia y rectitud en el cargo, acepte ser nombrado una vez más en la presidencia de la Corte.
Claro, don Fernando ha sido el gran defensor de los jugosos sueldos, pensiones de lujo y toda la clase de prebendas y privilegios de que goza ese gremio, no importando ética ni moral, sino solo el dinero que se ganan, aunque no cumplan con sus deberes, como aquí se demuestra.
Esto es lo mismo que si los costarricenses hoy le pidiéramos a don Carlos Alvarado que aceptara una presidencia más, en virtud del excelente desempeño que ha tenido en el manejo de los asuntos del país, especialmente de la economía y de la pandemia que nos aqueja.
Lo anterior no es más que un reflejo de lo que le ocurre a parte de nuestra sociedad. Vive en un autismo completo, sin mirar para ningún lado, mucho menos a los más pobres y perjudicados de hoy. Hemos perdido casi todo o todo, como lo digo al principio.
A estos grupos nada los mueve ni conmueve. Nada les interesa, solo el dinero. Son grupos de una sociedad en decadencia, ética y moralmente.
