Un empresario identificado como Jeffry Herrera contrademandó a tres policías de la Fuerza Pública luego de que uno de ellos se sirviera del testimonio de sus dos compañeros para llevarlo ante los tribunales de justicia acusándolo de una tentativa de homicidio calificado.
En declaraciones a DIARIO EXTRA, Herrera manifiesta que durante cuatro años debió encarar el proceso judicial en su contra, el cual le generó severas consecuencias económicas. Además, reitera su indignación porque asegura que todo se trataba de una mentira de los supuestos funcionarios depositarios de la ley.
En un inicio la acusación era por homicidio calificado, pero conforme se fue descubriendo lo que realmente pasó, cambió a simple y finalmente la sentencia fue absolutoria.
“Fue que yo pagué un abogado privado que me costó casi ¢3 millones para que no me metieran preso, porque lo defensores públicos me iban hundir y lo que se tiene que saber es que el Ministerio Público tiene mucha plata, pero no busca justicia, busca tapar sus errores”, señaló Herrera.
LOS HECHOS
La situación se remonta a las 10 a.m. del domingo 22 de marzo del 2015, el oficial de Fuerza Pública de apellidos Molina Vega realizaba el recorrido de rutina cuando en apariencia observó que Herrera conducía un vehículo de carga liviana.
Según indicaron los oficiales, el conductor se encontraba bajo los efectos del alcohol, por lo que procedió a darle la señal de alto, en ese momento Molina atraviesa su bicicleta frente al automotor y de acuerdo con la versión del oficial, Herrera le tiró el carro encima con la intención de matarlo.
“Desde ese día, ese pedazo de cobarde se atrevió a llamarme a las 10:00 p.m. para proponerme darle un soborno y decirme que si tenía ¢550 mil para que no me denunciara. Imagínese cómo lo traté, en ese tiempo no era tan cristiano y le dije que si quería llegar hasta el final de la mentira yo lo iba a ganar”, asegura Herrera.
Es así como se negó a pagarle o prestarse al soborno, con lo que inició la penitencia del proceso judicial, pues tras reusarse al acto de corrupción el policía acabó interponiendo la demanda.
PROCESO
Es así como se da inicio al proceso judicial según corresponde en el ordenamiento jurídico nacional, en este caso el imputado optó en un principio por un defensor público.
Sin embargo, la experiencia del imputado no fue nada buena, pues según revela, el defensor público entró en el juego de la Fiscalía siendo que en lugar de buscar que se hiciera justicia, procuraba que se le condenara.
“Una vez que pusieron la demanda. Yo no me fui en el soborno, porque no había porqué darle plata a ese cobarde. Llega el primer juicio, la primera defensora Kattia Ballestero se identificó con el caso, pero resulta que luego apareció pensionada y a mí nunca se me notificó”, afirmó el afectado.
Esto provocó que terminara siendo declarado en rebeldía y agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) lo llegaron a buscar para sacarlo detenido.
Finalmente, se le asigna otro defensor con el cual no estuvo de acuerdo por lo que terminó contratando uno privado y pagándole los honorarios de su bolsillo, que fue la única manera de encontrar una defensa íntegra.
ABSOLUTORIA
El juicio se llevó a cabo según lo correspondiente y se escuchó el testimonio no solo del demandante, sino también de sus colegas de la Fuerza Pública, para que el tribunal definiera la situación jurídica del empresario.
Sin embargo, tras escuchar las declaraciones, así como analizar la prueba testimonial, la acusación perdió fuerza ante los jueces, quienes terminaron concluyendo que lo dicho por los policías no coincidía con la pieza acusatoria.
“La acción no es típica del delito de tentativa de homicidio calificado previsto en los artículos 24 y 111 del Código Penal, se debe de recordar que la tipicidad ha quedado desacreditada con los elementos probatorios analizados, es decir, la acción ejecutada por el señor Herrera Calvo no mantenía la intención de acabar con la vida del señor Molina Vega”, se argumenta en la sentencia.
De acuerdo con las conclusiones del tribunal, al momento en que el hombre acelera el carro, la acción tiene el propósito de esquivar al policleto, pero se termina dando un roce no intencional y mucho menos con la intención de matarlo.
“Se absuelve de toda pena y responsabilidad a Jeffry José Herrera Calvo por el delito de tentativa de homicidio simple que le venía atribuyendo la Fiscalía, como cometidos en perjuicio de Molina Vega”, concluye la sentencia que celebró el encartado.
CONTRADEMANDA
Pese a que se le absolvió, Herrera no olvida que se trata de una situación que le perjudicó tremendamente, por lo que junto a su abogado valora proceder de manera legal contra el oficial que lo denunció y quienes le apoyaron.
“Vamos a buscar que se aclaren las cosas a nivel público, se deben limpiar las instituciones en las que nosotros necesitamos confiar, lo que quiero es que se refleje que nosotros no somos ignorantes de que hay un sistema muy corrupto”, afirmó Herrera.
En particular, sostiene que el Ministerio Público se fue en su contra dejándose llevar únicamente por lo que dijo un policía sin determinar cómo fue en realidad lo que pasó ni cómo se dieron los hechos, a lo que se suma que nunca hubo un intento de homicidio.
“Además en cinco años de proceso yo perdí contratos con China por falta de credibilidad en el 2015, se perdió un carro que se compró para la empresa porque se tuvo que dar en garantía o pago para el abogado que me defendió en este proceso y después de ahí un montón de gastos”, reveló Herrera.
A esto se le suma el hecho de que hay injurias y calumnias contra su persona que también representan un daño y que afectan su forma de vivir, sus negocios y que se debe de dejar constancia.
“Voy a cobrar cada día, cada segundo perdido, cada contrato perdido, cada día que fui a firmar como un ladrón, como un asesino, se lo voy a cobrar al Ministerio Público, pero más que la plata, el pueblo de Costa Rica tiene que saber que si cae en las manos del Poder Judicial y no se sabe defender, se pudre en la cárcel, aún sin merecerlo”, sentenció Herrera.
A lo anterior agregó: “Ellos me juzgaron por tentativa calificado por 30 años, pero al ver que no calzaban las verdades con las mentiras estaba absuelto. Lo más penoso es que esos tres policías continúan trabajando en la calle”, consideró.
Es por eso que se pedirá una indemnización que podría superar un millón de dólares, porque incluso llegó a estar encarcelado por una situación que nunca existió y que lo perjudicó a nivel empresarial y personal.
El próximo mes de setiembre se espera que se dé la primera audiencia por esta situación para conocer qué determinan las autoridades en contra de los nuevos demandados.
La aspiración de Herrera, más allá de la reparación del daño que ha vivido, es que se siente un precedente de que un policía no puede decir lo que se le antoje para perjudicar a alguien.
