La hipertensión o presión alta de las arterias es un problema de salud pública a nivel mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a uno de cada tres adultos y lo que es peor, muchos no saben que lo padecen, ya que generalmente no presenta síntomas.
La presión arterial alta es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias al ser bombeada por el corazón, algo así como cuando el agua viaja a alta presión en las tuberías. Esto puede dañar las paredes de las arterias, ya que cuanto más alta es esa tención, es mayor el esfuerzo que hace el corazón para bombear la sangre.
Entonces, ¿a partir de qué momento se considera que la presión de la sangre está alta? Esto pasa cuando hay más de dos determinaciones mayores a 140/90 milímetros de mercurio, aunado a otros factores que el médico valora para poder establecer un diagnóstico y tratamiento adecuado.
En efecto, la mayoría de las personas puede no presentar síntomas de hipertensión, por lo que se le conoce como un enemigo silencioso. Cuando comienza a complicarse, se puede presentar mayor riesgo de daño a las arterias que van al cerebro, riñones, corazón y diversos órganos, produciendo enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares como infartos o derrame cerebral; insuficiencia renal y hasta contribuir una muerte o discapacidad prematura.
Para un adecuado diagnóstico, el primer paso debe ser acudir a un profesional médico para realizar un chequeo general, que examine y revise los niveles de presión arterial y demás signos vitales.
La presión arterial alta es una afección que se puede prevenir y controlar, por ello, tome en cuenta las siguientes recomendaciones:
Alimentación saludable: evite la comida grasosa, frituras, exceso de harinas y sal; opte por el consumo de vegetales, frutas, ensaladas, carnes no grasosas, entre otros
Evite el uso nocivo del alcohol: limite su ingesta.
Practique algún deporte, ejercicio o actividad física: Lo recomendable son 20 a 30 minutos como mínimo al menos tres veces a la semana. Realice actividad física de acuerdo a sus condiciones individuales y que le permitan mantenerse activo.
Actividades recreativas que le gusten y distraigan de la rutina diaria: Promueve la motivación y disminuye la carga de estrés o liberación de sustancias que pueden alterar su sistema vital.
No fume: en todas sus formas y evite la exposición a productos de tabaco.
Todos los adultos deberían medirse su tensión arterial periódicamente, al menos una vez al año, ya que es importante conocer los valores. Si resulta estar elevada, consulte a un profesional médico.
A algunas personas les basta con modificar su modo de vida para controlar la tensión arterial, otras necesitarán medicamentos y cambiar algunos hábitos para bien de su salud.
*Médico Máster en Salud Pública
Coach Ontológico de Salud
