Microbiólogo químico clínico: pieza fundamental de la seguridad social
Dr. Adrián Avendaño López MSc.*
Recientemente ingresó a la Asamblea Legislativa un proyecto de ley que pretende replantear el rol de diferentes profesionales en el laboratorio microbiológico químico clínico (MQC).
Costa Rica, uno de los pocos países con esta profesión, ha visto nacer y crecer esta disciplina desde los cimientos establecidos por Clodomiro Picado, sinónimo de toda una escuela científica en Salud Pública Costarricense. Esta voluntad ha posicionado al MQC como un baluarte en la generación de conocimiento para el país, cuyo impacto ha sido mayor en el campo de la salud y la investigación, pero con aportes fundamentales en áreas como el análisis de alimentos y aguas, industrial o ambiental.
La microbiología química clínica, disciplina con cerca de 100 años de desarrollo en el país, tuvo por cuna las instalaciones del Hospital San Juan de Dios. Este es el precedente del contexto sociocientífico del campo: surge en el ámbito hospitalario, crece inmersa en un sistema de seguridad social del cual forma parte hasta la fecha.
El carácter integral de la formación del MQC ha sido primordial para la seguridad social costarricense posicionándolo como el analista clínico por excelencia. Es el encargado de analizar e interpretar los resultados de los múltiples y diversos diagnósticos que pueden ser generados en un laboratorio microbiológico químico clínico, trascendiendo incluso por sobre las innovaciones intrínsecas de la automatización y el diagnóstico molecular. Se trata del científico de laboratorio, el asesor de alto nivel del equipo médico, el profesional encargado de la toma de decisiones sobre las mejores alternativas para el análisis y diagnóstico de una determinada enfermedad, crónica, infecciosa o incluso de aparición reciente. Es quien asegura la calidad de los resultados de los análisis, pero también es quién corrige, actualiza y supervisa este quehacer.
¿Cómo alcanza el MQC este elevado nivel de conocimiento y desempeño dentro de la seguridad social? Indudablemente en su formación. Basta con volver la vista a los planes de estudio de las dos carreras impartidas en el país, carreras acreditadas, así como las mallas curriculares de posgrado, para constatar las sólidas bases clínicas y biológicas. Es decir, una base fuerte en ciencias básicas acompañada por ciencias de la medicina humana como anatomía, histología, fisiología y patología.
En medio de la pandemia por Covid-19, Costa Rica ha experimentado una de las letalidades más bajas del mundo y esto lleva a una pregunta sobre ¿cuál ha sido el papel del MQC en esta estadística tan favorable? Se requeriría un análisis exhaustivo para establecer relación alguna al respecto, sin embargo, no dudo que el carácter integral del MQC ha permitido proporcionar los hallazgos necesarios para salvaguardar la vida de muchas personas, a pesar de lo difícil de su condición.
Cuando múltiples voces, dentro y fuera del país, discuten sobre quién y cómo debe abordar el diagnóstico molecular, Costa Rica ha dado un voto de confianza al MQC que, desde su trinchera, ha implementado y analizado el diagnóstico molecular, interpretando estos resultados desde su formación científico-clínica con muchas otras visiones del diagnóstico clínico y microbiológico.
Surgen otras interrogantes: ¿Cuál sería la ruta de la discusión del proyecto planteado en la Asamblea? ¿Cómo afecta este proyecto todo lo alcanzado por la MQC para el sistema de seguridad social del país? ¿Cómo atenta contra el derecho a la salud desde un abordaje integral y de alto nivel para el ser costarricense? Como estas dudas aún no son resueltas claramente, parece válido un viejo adagio de la cultura deportiva costarricense que dice: “alineación titular ganadora no se cambia”.
Señores diputados y diputadas, y principalmente miembros de la Comisión respectiva para el análisis del proyecto en mención: como Microbiólogo Químico Clínico formado con las bases descritas a lo largo esta disertación, las mismas de otros 2 mil colegas y compañeros, ponemos en sus manos nuestra confianza y nos llenamos de esperanza al pensar que nuestro papel en la historia será reconocido y se salvaguardará ante todo, el derecho de todo costarricense a un abordaje de salud integral de alto nivel como el que ha garantizado hasta hoy el científico de laboratorio: el MQC.
*Microbiólogo químico clínico
