Treinta y tres panaderas del centro penal Zurquí trabajan para que se distribuya y se consuma en todos los centros penitenciarios del país, sin embargo ellas salen libres los fines de semana.
Esta corta libertad tiene a los oficiales y personal administrativo con pánico, ya que las panaderas viajan en autobús público y caminan por las calles hacia sus viviendas, lo cual ocasiona un riesgo inminente de que alguna se contagie con coronavirus.
Algunos funcionarios se comunicaron con DIARIO EXTRA y mostraron su preocupación por lo que sucede. Añaden que están molestos con las autoridades del Ministerio de Justicia.
“Las privadas entran los lunes y salen del centro los viernes, no podemos decir nada, nos tienen prohibido hablar, nos manifestaron que cualquier cosa que la hagamos saber a los directores y ellos le comunican al periodista de la institución, por lo que estamos temerosos de la manipulación de la información.
Las mujeres de la panadería trabajan juntas, no se cumple con el distanciamiento que dicta el Ministerio de Salud, salen a la calle y no sabemos con quién se rozan, algunas son vecinas de Desamparados y La Carpio, donde hay alerta por la gran cantidad de casos positivos de Covid”, detallaron.
Los asustados funcionarios agregaron que hay más de cincuenta trabajadores en el centro penal que en cualquier momento sale alguien positivo.
“Duermen en camarotes 4 funcionarias, ingresamos todos por una sola entrada, estamos en riesgo y las autoridades no hacen nada.
Se puede sustituir el pan por gallopinto o galletas, no se van a morir por ese cambio, primero está la salud de las personas, por lo que esperamos una actuación sensata de los jerarcas de Justicia”, finalizaron.
