Dos nicaragüenses heridos y un colombiano detenido, es el saldo de un pleito que se produjo la mañana de este miércoles en el mercado La Coca Cola, San José.
Cerca de las 7 a.m. los pinoleros de apellidos Corrales Guillén, de 60 años, y Corrales Pérez, de 44, se toparon con otras dos personas cuando caminaban por dicho sector capitalino.
Por causas que no están claras, comenzaron a discutir y el enfrentamiento fue subiendo de tono hasta el punto que en determinado momento un sujeto de nacionalidad colombiana identificado con los apellidos Riascos Zuleta y de 29 años, saca un arma de fuego y su acompañante un arma blanca.
Es así como el colombiano hiere de bala en al menos cinco ocasiones al sujeto de 60 años que queda tendido en plena vía pública, mientras que su acompañante fue herido por el otro sujeto con el arma blanca.
Una vez que se da el hecho, los sujetos huyen y es así como tanto Fuerza Pública como Policía Municipal le dan persecución y logran ubicarlo en el lobby de un hotel localizado a 400 metros y detener a Riascos, mientras que su acompañante logró escapar del lugar.
Al ser consultado en el expediente judicial se determina que el sujeto cuenta con expediente delictivo por portar arma no permitida además de 16 partes por portación de droga, entre otros.
Mientras en la escena miembros del cuerpo de Bomberos, cuya estación está muy cerca, atendieron a los heridos, que debieron ser trasladados en categoría roja al Hospital San Juan de Dios.
Al lugar se hicieron presentes agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), destacados en la Sección de Inspecciones Oculares y Recolección de Indicios para iniciar con las investigaciones de lo ocurrido y determinar cómo se dieron las agresiones.
En el sitio se encuentra un arma de fuego con ocho casquillos, que fue decomisada en el lugar y que forma parte de la prueba para el caso que ahora se abrió.
Respecto al detenido fue puesto a las órdenes del Ministerio Público para que se defina su situación jurídica y si se pide alguna medida cautelar por lo ocurrido.
En un inicio la situación en el lugar fue caótica, pues algunos testigos indicaron que el sujeto disparaba sin control y temían que impactara a cualquier transeúnte que no tuviera vela en el entierro.
Incluso se hablaba que era un pistolero loco que simplemente disparó por placer o algún trastorno, pero posteriormente la policía indicó que se trató de una riña que se salió de control, por lo que esas versiones fueron descartadas.
