Dos hombres fallecieron como producto de un aparente ajusticiamiento que se dio la tarde de este martes en Pococí, Limón, aunque las circunstancias aún resultan confusas.
A uno de los occisos lo identificaron preliminarmente como Hugo Montero Cantillo de 35 años, quien era padre de dos niños pequeños, vecino de Coopevigua de Guápiles y no reportaba trabajo formal desde hace 7 años.
La segunda víctima, un hombre de apellidos Cambronero Barrantes, era ampliamente conocido por la Policía, pues contaba con antecedentes por la supuesta comisión de múltiples delitos como tenencia de droga (2012) o portación ilícita de arma permitida (2018), por los que estuvo en prisión y tenía poco rato de estar libre, sin embargo, su expediente judicial permanecía activo.
Este último en apariencia estaba amenazado de muerte por un grupo narco de Guápiles que ya tiene varios homicidios a cuestas, liderado por alias “Diablo”, e incluso habría salido una oferta de ¢5 millones a quien delatara dónde encontrarlo.
Dicha agrupación es rival de otro clan en el que tiene el mando un sujeto conocido como “Pechuga”, a quien han intentado matar en múltiples ocasiones y que ya atraviesa por procesos debido a narcotráfico.
BALACERA
Cerca de la 1 p.m., vecinos de Calle Vargas en Pococí, muy cerca del campo ferial de la Expo Pococí, escucharon una serie de detonaciones de arma de fuego que de inmediato los alertó y salieron a ver qué estaba pasando, de modo que observaron el portón de la vivienda abierto y a un hombre tendido en la entrada.
De inmediato, los lugareños avisaron al 9-1-1 para que se alertara a las respectivas autoridades y así dar con los responsables de lo que hasta ese momento era una balacera con un herido de arma de fuego.
La Fuerza Pública arribó primero a la escena y de inmediato revisó la propiedad para asegurarse de que ya no hubiera ningún peligro, esto les permitió descubrir a una segunda persona herida en el patio de la casa.
“Se desplaza una unidad de soporte avanzado de vida y se atienden dos pacientes en la escena y a nuestra valoración se determina que ya no tienen signos vitales”, explicó Allan Elizondo, paramédico que atendió a las personas que recibieron los impactos de bala.
Raúl Rivera, director de la Región Caribe de la Fuerza Pública, relató que a la llegada de los policías ellos ven el cuerpo de uno de los hombres tirado en una especie de cochera. “Una de las personas queda en la entrada de la casa, la otra queda en el patio, ya que intentó huir subiéndose a una escalera, sin embargo, le dispararon”, externó Rivera.
Producto de esta situación se dio un amplio despliegue de Fuerza Pública por la zona, pero no se logró dar con los sospechosos de haber cometido el hecho que dejó a los vecinos consternados.
Al lugar se hicieron presentes agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) que iniciaron con las pesquisas para determinar lo que ocurrió a ciencia cierta. Las primeras versiones indican que dos hombres llegaron en automóvil hasta la vivienda, a la cual pudieron ingresar sin ningún problema, ya que no había evidencia de que se forzara la entrada.
Es en ese momento cuando se habría dado el ataque a balazos, y se desconoce si hubo alguna respuesta, pues se habla de que uno de los fallecidos sería de los que llegaron en el carro que se retiró del lugar minutos después.
Sin embargo, aún el caso está en la fase de investigación, por lo que hasta el momento todo son hipótesis y el avance de las indagaciones permitirá conocer cómo se dieron los hechos de sangre.
Rivera aseguró que mientras uno de los hombres fallecidos tenía amplio expediente judicial el otro, respecto al ámbito policial, era un completo desconocido.
Tras terminar sus pesquisas, los judiciales realizaron el respectivo levantamiento de los cuerpos para trasladarlos a la Morgue Judicial y que se les practicara la respectiva autopsia.
SOSPECHOSO EN LA MIRA
Pese a que todavía no hay detenidos por este doble homicidio, las autoridades manejan un posible ejecutor, quien sería un hombre de apellido Sánchez que también cuenta con amplio expediente judicial.
Como parte de su “pedigrí”, destacan tenencia y portación ilegal de arma permitida, lesiones, robo agravado en modalidad de tentativa, robo de vehículo, entre otros.
