Soy un hombre soltero de 23 años. Tengo una novia que me encanta, me parece fascinante y quiero estar toda la vida con ella. Como apenas tenemos seis meses de estar juntos en mi casa me molestan, me dicen que lo mío es solo ilusión y que se me va a pasar. Por eso quiero preguntarle cómo sabe uno si un amor va a durar para toda la vida.
La vivencia de un amor intenso y recíproco es una de las experiencias más gratificantes de la vida, al punto que Abraham Maslow las denomina experiencias cumbres. Sin embargo esa intensidad emocional no es garantía de que el vínculo sea duradero.
De todos es conocido que hay amores intensos, pero que son pasajeros, y diríamos que los amores duraderos, esos que “son para siempre”, son relativamente raros y difíciles de conseguir, más en estos días.
De tal forma que muchas personas se refieren a esos amores transitorios como ilusiones, queriendo señalar con este término que el vínculo como tal no es real y que con el tiempo se va a perder la pasión.
La verdad es que esos amores intensos son realmente auténticos y lo que se vive es sumamente grato, pero dependerá de ambos lograr que perdure en el tiempo; es decir, las relaciones de pareja no se acaban espontáneamente, ni se acaban como parte de su curso natural, ni se acaban solas, sino que acabamos con ellas. Es decir, los vínculos emocionales durarán todo el tiempo que los amantes deseen cuidarlo.
Los estudios señalan que esos “amores para siempre” suceden sobre todo en parejas en las que ambos tienen una enorme madurez, que les permite resolver las desavenencias pensando en el bienestar de ambos y no en sus intereses particulares.
Terminamos y se casó en seis meses
Soy una mujer soltera de 31 años. Tuve una relación de noviazgo por casi 12 años. Las cosas iban a veces bien, a veces mal y nos separamos varias veces, pero siempre volvíamos. Hace casi ocho meses tuvimos un problema y nos separamos. Pensé que nos íbamos a arreglar como siempre, pero más bien él se fue distanciando, se hizo de una novia y se casó en menos de seis meses con esa muchacha que recién conocía. Esto me ha afectado mucho.
Este es un relato relativamente común en nuestro medio, parejas que mantienen una relación por mucho tiempo y ante una ruptura, uno de los dos inicia un vínculo y rápidamente lo formaliza. Hay muchas razones que influyen para que esto suceda, así se ha descrito que estas personas se saturan del noviazgo por haber vivido una relación tan larga y anhelan vivir otras etapas del vínculo de pareja, como vivir juntos, tener hijos, hacer proyectos compartidos, que suelen ser difíciles de realizar en un vínculo que todavía está confinado al noviazgo.
Otro de los factores que influyen es la edad, algunos temen enfrascarse en una relación larga que al final se acaba y temen optar por el matrimonio a una mayor edad. Lo mismo se piensa con el deseo de tener hijos, apresurar las cosas a veces responde al deseo de no asumir la paternidad en etapas más tardías de la vida. Recordemos que por razones biológicas esto es más determinante en la mujer.
Desde luego que esto suele ser impactante para el otro miembro de la pareja, sobre todo cuando se manejaba la idea de que en cualquier momento la relación se iba a restablecer. Lleva su tiempo reponerse y a veces es tan difícil de superar que amerita un abordaje profesional con ayuda psicológica.
