Viernes 26, Abril 2024

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° San José, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Alajuela, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Cartago, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Heredia, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Limón, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Guanacaste, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Puntarenas, CR

Opinión

Un gobierno sin respuestas, un mensaje sin contenido

Ana Lucía Delgado Orozco*

Hoy, al igual que ayer, nos corresponde realizar un ejercicio de control político sobre el estado de la Nación. Una valoración sobre las condiciones políticas que muestra la dirección del Estado costarricense y sus políticas públicas. En un contexto adverso, este debe ser un análisis sobre aspectos institucionales, fiscales, económicos y sociales en que se encuentra el país, pero de mucha más confianza y realidad que la que se recibió el día lunes con la intervención del presidente y, luego de 6 años de gobierno del PAC.

¿Y por qué digo esto? Porque el mensaje brindado por el señor presidente pudo haber sido dado en un contexto absolutamente inédito; incluso bajo enormes expectativas propiciadas por el mismo Presidente de la República quien en conferencia de prensa la semana pasada, afirmó haber instruido a su equipo económico para desarrollar una estrategia económica para la atención de la crisis; algo que no necesitó hacer con su equipo de salud, y que todos hemos reconocido  a los representantes de la cartera de Salud en la atención de la crisis sanitaria por sus logros y actitud proactiva. Sin embargo, esto no sucedió. Esperábamos un programa global de política económica y política social, que conciliara medidas de corto, mediano y largo plazo, así como acciones coyunturales y decisiones estructurales.

Más allá del esmerado trabajo de los profesionales y servidores de la Salud, esperábamos acciones de corto plazo para mitigar los efectos violentos de la crisis sobre los ingresos de las familias, las empresas y el Estado. Acciones para contener la zozobra que las familias tienen para llevar alimento a sus mesas. Señor presidente le pregunto: ¿Qué va a pasar el día 90, 95, 100 cuando las familias se levanten sin subsidio, sin moratoria de créditos, con impuestos, sin trabajo? Costa Rica necesita respuestas integrales, las cuales estuvieron ausentes y ayunas en su mensaje el lunes anterior. Conocemos bien el Programa “Bono Proteger”, al que logramos enderezar su claridad conceptual y legal desde la Comisión de Hacendarios, pero este programa de atención del Covid-19, va más allá de eso.

También queríamos ver medidas que implicaran hacer llegar capital de trabajo a las empresas, o al menos evitar su fuga, con el fin de dar algo de sostén a sus flujos de caja, e intentar con ello reactivar el empleo que se vieron forzados a reducir. De igual forma, esperábamos que nos explicara cómo se retomarían los programas de desarrollo social, especialmente ahora que sabemos que más de 50 mil familias no contaban con ayudas desde antes de la crisis, y hasta ahora, 1 año y medio después, se les estará ayudando con tan solo 5 mil millones de colones aprovechando esta coyuntura, para atender las necesidades que mucho antes de la pandemia han tenido y que se incrementaron producto de esta situación.

Pero igualmente esperábamos conocer un robusto programa de contención, mitigación, estabilización y reactivación económica, con sus respectivas etapas; para levantar a los principales sectores de la economía nacional, en virtud de una caída promedio de la producción nacional prevista para este año 2020, de -3.6%, solo superada por la crisis de principios de la década de los 80. Especialmente nos hubiésemos sentido satisfechos, sí el Presidente nos menciona al menos esbozado, cuáles serán las tareas inmediatas y hasta el final de su mandato, para atender los efectos que tendrán sectores como el turismo, cuya expectativa de caída –según el Banco Central- es de casi una tercera parte de lo que se produjo el año anterior (-27,6% de decrecimiento), y por supuesto del restante conglomerado empresarial costarricense cuyas caídas en sus volúmenes de producción estarán entre el 1.4% y el 8.7%, según el Banco Central.

Además, nos hubiese gustado conocer, de boca del jefe del Ejecutivo, las decisiones en torno al uso de los recursos que están entrando, y que se ubican, según el Banco Central, alrededor de $3.500 millones, donde destacan $3.200 millones de varios programas de apoyo presupuestario con diversos organismos multilaterales, pero sin aclararnos el destino de esos recursos, de conformidad con las necesidades de financiamiento que el Estado tiene ante esta crisis de salud, económica y social, y que hemos tenido que ser los diputados y diputadas, quienes hemos dado coherencia al destino de los recursos, sin saber la hoja de ruta clara. Tampoco nos habló el señor Presidente del impacto fiscal que esta pandemia tendrá. Solo nos dio un dato: 700 mil millones de colones. Es decir, un déficit que debió bajar a 6,2% en el 2019, terminó en 7% en ese año, pero ahora se incrementará al 2020, en 2,5 puntos adicionales, alcanzando el nivel histórico de 9,5% del PIB en 2020 y no sabemos de cuánto será al final de esta administración. 

Las contradicciones se notan en los detalles. Con un incremento adicional de 2.5% del PIB del déficit financiero, el Ministro de Hacienda plantea que los ingresos tan solo caerán en 0.4% del PIB, lo cual pareciera no refleja fehacientemente las expectativas de crecimiento que se proyectan en el Banco Central. De ser así, el resto del incremento es producto del crecimiento del gasto. Se entiende que es necesario reorganizar el gasto ante la crisis, y que eso implicará decisiones difíciles e incluso reformas estructurales; casualmente como las anunciadas por el Ministro de Hacienda en el Plenario al entrar, pero que el Presidente lo soslaya. 

Sin embargo, tal y como se lo dijimos reiteradamente a lo largo de la discusión del primer presupuesto extraordinario, la contención del gasto no solo era insuficiente, sino además demostraba poco o nulo compromiso con el aporte gubernamental. En este presupuesto el supuesto recorte, se concentraba en recursos presupuestado para transferencias y plazas vacantes, que son imposible llenar. Pero ahora, con la crisis en ciernes, este recorte del gasto tendrá que ser aún más fuerte, estructural y violento que el que se tenía que hacer antes de la pandemia.

Tan solo esperábamos, señor Presidente, que asumiera sus funciones y con el liderazgo de la Presidencia, planteara a los costarricenses, un plan estratégico balanceado, con una clara distribución de las cargas, con medidas de atención inmediata, y con decisiones necesarias para encauzar al país a la estabilidad y el crecimiento en la etapa de pos pandemia. Era un momento propicio, señor Presidente, para llevar tranquilidad y esperanza a un país que está tremendamente preocupado por el porvenir. Era un espacio para dar confianza a las familias, las empresas y la sociedad en general. Y no lo hizo, señor Presidente su informe fue vago y quedó debiendo en demasía.  

 

*Diputada Fracción PLN

PERIODISTA:

EMAIL:

Lunes 11 Mayo, 2020

HORA: 12:00 AM

Enviar noticia por correo electrónico

SIGUIENTE NOTICIA

ÚLTIMA HORA