Moscú, Rusia. (AFP).- Vladimir Putin aconsejó este miércoles a los rusos que se queden en casa -aunque sin ordenarlo-, decretó una semana de asueto y aplazó el voto de su reforma constitucional.
En un discurso televisado, el jefe de Estado anunció una serie de medidas de apoyo al poder adquisitivo y a las empresas frente a la crisis económica provocada por la pandemia. Los hospitales, farmacias, bancos, administraciones, tiendas de alimentos y los transportes seguirán funcionando.
Por otra parte, reveló también el aplazamiento sin fecha del "voto popular", previsto el 22 de abril, sobre una reforma constitucional que le iba a dar la posibilidad de mantenerse en el poder hasta 2036.
"Evaluaremos cómo avanza la situación (...) y luego decidiremos una nueva fecha", explicó el presidente ruso.
SIN "IMAGEN CLARA"
El último discurso de Putin de este tipo tuvo lugar en el verano de 2018, en ese entonces abordó una criticada reforma del sistema de pensiones que afectó a su popularidad.
La alocución de este miércoles es la consecuencia de una reunión de varias horas el martes con responsables de la lucha contra el coronavirus.
Tras la reunión, el presidente, llevando un traje de protección, visitó el hospital Komunarka, el principal establecimiento médico que cura enfermos de Covid-19.
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Jueves 26 Marzo, 2020
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