Carlos Alvarado, presidente de la República, se quejó contra lo que considera se convirtió en un deporte nacional. Se refiere a la presentación de apelaciones a licitaciones o concesiones de obra pública.
De acuerdo con el mandatario, esta serie de acciones hace que el desarrollo requerido por el país se retrase o del todo no avance, para lo cual ofreció el caso de la ampliación en la radial a Lindora, que tuvo un efecto de retroceso de 8 meses, y el del Parque Nacional Chirripó. Esta última incluso provocó el cierre de las instalaciones.
Sin embargo no son las únicas, pues en estos momentos las apelaciones que la ley efectivamente valida impiden el desarrollo de las obras en la rotonda La Bandera, sobre la autopista de Circunvalación, pues a pesar de que se tenían por adjudicadas las obras, las empresas constructoras que perdieron el proceso de licitación impugnaron el refrendo de los contratos ante la Contraloría General de la República.
Justamente por eso Alvarado asegura que es urgente modernizar la ley para que de este modo los procesos de apelaciones no sean un obstáculo al desarrollo.
En el pasado acciones de esta naturaleza impidieron el desarrollo de otras obras, tal es el caso del viaducto en las Garantías Sociales, que pasó por el mismo tránsito amargo.
Algunas personas que se vinculan con ese proceso también afirman que los procesos de contratación normalmente ante el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) proceden de prácticas como la solicitud de información adicional a favor de una empresa y en perjuicio de otras, cambios en las condiciones de los carteles de licitación o ampliaciones de plazos, argumentos válidos para atrasar las obras.
PERIODISTA:
CRÉDITOS: Jesús Ramírez
EMAIL:
Miércoles 19 Febrero, 2020
HORA: 12:02 AM
SIGUIENTE NOTICIA