¿C.R. poco atractivo para invertir?

EDITORIAL

Con bombos y platillos salió el Gobierno de la República a anunciar que Costa Rica “es el tercer mejor lugar del mundo donde invertir”.

La información la obtuvo del ranking The Top Best Countries to Invest In (Los mejores países donde invertir), el cual según la Coalición de Iniciativas para el Desarrollo (Cinde) publicó su cuarta edición en el pasado mes de diciembre.

La noticia indicaba además que el país era superado solo por Uruguay y Arabia Saudita, y que el clima de inversión estaba en lo más y mejor.

Era una gran noticia, el gobierno brincaba en una pata porque nada mejor que un ranking internacional haga semejantes aseveraciones, más en momentos que el país parece haber entrado en arenas movedizas y la economía no echa para atrás ni para adelante.

Pero los datos eran demasiado buenos para ser ciertos y en segundos, tras la publicación oficial, comenzaron a postearse en redes sociales los sellos de “fake news”.

Se encendieron las luces de alerta, los conocedores del mercado de las inversiones adujeron que el gobierno mentía, que Costa Rica no solo no estaba en el lugar 3 del ranking, sino que cayó 25 puestos en relación con el informe de 2019.

Para ser más claros, ni siquiera somos dignos de analizar, si de inversiones se trata en este momento, pues estar en el fondo del abismo no nos genera impresiones favorables, lo que nos urge.

En el informe del año anterior Costa Rica ocupa el tercer lugar, pero parece que eso solo sucedió por un par de meses, al extremo que en la página oficial que hace la divulgación de los datos ya ni siquiera se puede obtener el documento total e integral que lo demuestra.

El Poder Ejecutivo, específicamente la Presidencia, al alardear con esos datos pudo inducir a error a los inversionistas y se resiste a reconocer su error; por el contrario, le echó la culpa a Cinde por hacer tal ruido.

Pero aquí lo más escandaloso no fue que los datos estaban equivocados, sino que el país se vino en picada y es bastante preocupante.

DIARIO EXTRA emplazó a la ministra de Comunicación, Nancy Marín, respecto a los motivos que llevaron a esta caída intempestiva en el ranking y por supuesto los efectos negativos que genera sobre los inversionistas en momento cruciales, cuando urge reactivar la economía, el desempleo crece como la espuma y los países de la región reciben fuertes inversiones.

Con total asombro Marín nos dijo que no podía responder las razones del descenso abismal, adujo que la consulta debía hacerse a los generadores originales del estudio, respuesta que a decir verdad deja mucho que desear, pues si el gobierno usa esos datos para presumir en el ámbito internacional y decir vengan todos, aquí estamos mejor que nunca, entonces cuando se percataron de la metida de patas, con la misma urgencia debieron darse por enterados de lo que motivó la caída.

Una vez conocidos los detalles debieron comenzar a trabajar para revertir los aspectos negativos que nos mandaron al fondo de la lista, pues lo razonable es que Costa Rica esté en las mejores condiciones para llamar al empresariado internacional y alardear de lo que en realidad se tiene.

Parece que la publicación de estos datos sin mayor revisión de Casa Presidencial y Cinde es una patada de ahogado, pues para nadie es un secreto que caminamos como el cangrejo.

El parque empresarial se está reduciendo, grandes y pequeños comerciantes no han tenido otra opción que recortar personal o cerrar puertas. El alto costo de las tarifas eléctricas, las cargas sociales, los nuevos impuestos y mil y una trabas hacen de este país un territorio poco atractivo.

Si bien la estabilidad política, la ubicación geográfica, la seguridad jurídica y la educación de los costarricenses son puntos a resaltar cuando se trata de atraer inversiones, para nadie es un secreto que las deficiencias en infraestructura vial y portuaria, el pobre dominio del inglés y otros idiomas, así como el costo de la mano de obra, que parece no estar tan capacitada, hacen que existan resistencias.

Como que este documento, que nos lanzó al cielo por unos segundos y luego nos estrelló contra el piso, es patito, como se dice popularmente. Así lo confirmó el economista Eliécer Feinzaig, quien lo calificó de “empírico”.

Acotó además “me parece que en el gobierno están tan desesperados por noticias positivas que agarran cualquier cosa. Es una fake news presidencial. Están desesperados por mostrar una cara bonita a la gente porque las encuestas siguen calificando mal al presidente Carlos Alvarado”.

Don Eliécer parece tener razón y a estas alturas las autoridades aún no explican a la gente lo realmente importante. Por ejemplo, por qué desaparecimos del top de destinos atractivos para invertir, cuáles son las repercusiones de esto, qué razones llevaron al descenso abismal y qué hacen los encargados de traer inversión.

Estas y otras interrogantes reciben silencios profundos de quienes lanzaron al aire la noticia como el gran logro. Ojalá a estas alturas, con varios días de haberse percatado del error, los ticos, que estamos urgidos de empleo y necesitamos dinamismo económico, tengamos respuestas del gobierno.

Si son malas, pues con mucha más razón tenemos derecho a saber qué tan mal estamos y no a que nos lancen cortinas de humo y nos vendan realidades maquilladas.

Si fue un error tienen que ser más prudentes porque un gobierno no debe generar falsas expectativas usando datos poco creíbles y no verificados.

Moraleja: En tiempos del Internet y otros demonios es necesario ser muy cuidadoso cuando se intenta mentir, solapar y disfrazar porque las verdades a medias salen a la luz fácilmente en el ciberespacio.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Martes 21 Enero, 2020

HORA: 12:00 AM