Soy una mujer divorciada de 38 años. Tengo tres años de divorciada y hace dos meses estoy saliendo con un hombre ya maduro, de 57 años. No hemos tenido relaciones sexuales, pero nos tenemos mucha confianza y él me contó que en estos días lo van a operar de la próstata y he escuchado que con esta operación los hombres quedan impotentes. Para mí el sexo es lo más importante en una relación y prefiero alejarme si él va a quedar impotente.
La próstata es una glándula que se encuentra ubicada en lo más profundo de la pelvis del varón. Su función estelar es enriquecer el semen con una serie de sustancias que conforman el líquido seminal, que es líquido en el que “nadan” los espermatozoides.
Esta glándula puede sufrir diversas enfermedades, como infecciones, calcificaciones, entre otras, pero las más comunes suelen ser los crecimientos benignos y los crecimientos malignos o procesos cancerosos.
Los problemas benignos suelen tratarse con una cirugía muy simple que se realiza a través del caño de la orina, llamada resección transuretral o RTU y que por lo general no afecta el reflejo de la erección de tal manera que el hombre mantiene sus erecciones firmes.
Por otra parte, los tumores cancerosos ameritan por lo general de una cirugía abierta en la cual se abre la piel y se extrae totalmente la glándula, procedimiento en el cual se pueden dañar los nervios y arterias que llegan al pene condicionando cuadros de impotencia en muchos de estos pacientes.
Afortunadamente, en la actualidad, contamos con diversos tratamientos con los cuales la mayoría de estos pacientes recuperan las erecciones. Usualmente estos abordajes se instauran desde antes de la cirugía y se puede durar entre tres a seis meses en volver a tener relaciones sexuales.
